l sociólogo, ensayista y profesor madrileño, autor de una veintena de libros y traductor del doble, cultivó el comunismo revolucionario en su juventud, y ha muerto siendo un referente del liberalismo.

Inmerso en la vida hippy de la Ibiza de los 70, formó parte del colectivo que puso las bases de la que acabaría siendo una de las discotecas más importantes de Ibiza, Amnesia. Cambió Madrid por el Valle de Arán, más tarde por Lérida, Gredos e Ibiza, donde vivió 15 años y fue miembro de la llamada “generación de Ibiza”, donde jóvenes rebeldes y progresistas que se instalaron en la isla para vivir “al margen de lo establecido”.

Según explicó Diego Torán, portavoz de la familia y marido de la hija del filósofo Rebeca Escohotado, el ensayista se trasladó a Ibiza a comienzos del verano de 2020, “con la intención de pasar sus últimos días”, rodeado de su familia, de visitas de amigos, fans y colaboradores. “Ha estado viviendo en el campo”, subrayó.

El periodista de El Mundo, Ricardo F. Colmenero, que recientemente publicó un libro a partir de meses de conversaciones con él, resumía en una entrevista con Efe la amplitud de la experiencia vital e intelectual del filósofo: “Da la sensación de que Antonio Escohotado ha vivido cien vidas”.

Hijo de un agregado de prensa del franquismo, a la edad de 4 años se trasladó con su familia a Brasil donde residió hasta los 14 años. Se licenció en derecho por decisión de su padre, más tarde estudió Filosofía, que era lo que realmente le gustaba. Al finalizar, trabajó de ayudante en la cátedra de Filosofía del Derecho en la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid y en 1983 pasó a ser a Profesor Adjunto de Ética y Sociología en la UNED, y más tarde titular de Sociología, de la que se jubiló en 2013. Políticamente fue un pensador singular en el panorama español, y no siempre bien comprendido, ya que no se inscribía en el tradicional eje izquierda/derecha, sino que se centraba en la cuestión libertad/autoritarismo, rechazando el utopismo y el autoritarismo desde posiciones pragmáticas y racionalistas.

Llegó a ser perseguido y enjuiciado por sus posicionamientos antiprohibicionistas de las drogas. En febrero de 1983 fue detenido en Ibiza por posesión de drogas, asunto que escandalizó a la opinión pública. En 1988 fue condenado a dos años de cárcel, por la Audiencia de Palma, y al pago de una multa por tráfico de drogas. Mantuvo numerosas polémicas en la prensa por sus opiniones sobre la moral, consumo de drogas, prostitución o la eutanasia