Ha pasado justo un año. Eso sí, las cosas, por fortuna, son bastante diferentes con respecto a la situación derivada de la pandemia. Aquel 22 de octubre de 2020, la primera parte de Shock llegaba a la capital alavesa en el marco de un Festival Internacional de Teatro que se pudo llevar a cabo en unas circunstancias muy especiales. Para empezar, el aforo del Principal no tenía nada que ver con el que se va a producir esta tarde. Desde hace muy pocos días, las tablas de la calle San Prudencio han recuperado el 100% de capacidad y eso ha hecho que salgan a la venta nuevas entradas que están todavía disponibles para quienes hoy, a partir de las 19.30 horas, quieran seguir caminando por la historia del capitalismo actual a través de la escena.

Antonio Durán Morris, Alba Flores, Natalia Hernández, María Morales, Paco Ochoa, Guillermo Toledo y Juan Vinuesa son quienes en esta ocasión -algunos intérpretes ya estuvieron en la primera parte- dan vida a la larga lista de personajes que se reúnen para representar ante los espectadores un montaje creado a partir de textos de Andrés Lima (también encargado de la dirección), Albert Boronat, Juan Cavestany y Juan Mayorga. Se da continuidad así a un proyecto inspirado en La doctrina del shockun libro que, como explica el propio Lima, “es un análisis de la táctica del dinero o del poder económico para avanzar y para conquistar nuevas tierras en su afán imperialista”.

Shock 2 (la tormenta y la guerra), Shock 2 (la tormenta y la guerra)como explica el director en torno a esta colaboración entre el Centro Dramático Nacional y Check-in Producciones, comienza en los años 80 del siglo pasado, “con la revolución conservadora capitaneada en Europa por Margaret Thatcher y en EEUU por Ronald Reagan y culmina en el primer gran shock del siglo XXI: la guerra de Irak, guerra en la que fuimos partícipes. Porque de eso trata Shock, de reflexionar sobre en qué medida somos partícipes de nuestra historia, de nuestros shocks, de nuestros golpes, de nuestra violencia”.

En este sentido, Lima afirma que “el teatro es emoción, es ritmo, es armonía y esa es nuestra propuesta, nuestra manera de mirar, de hacernos preguntas. El periodismo es crítica, es documento, es reflexión, es otra forma de mirar, es también un espejo como lo es el teatro. La mezcla de los dos es Shock. Intentaremos reflejar los hitos históricos que han marcado este Final de la HistoriaSe equivocó, la historia sigue y como una buena historia teatral nos tiene en suspenso”. Esta segunda parte se estrenó la pasada primavera, en plena pandemia, algo que su director no pierde de vista. “De nuestra reflexión conjunta, de nuestro coraje para enfrentarnos a esta enfermedad, de nuestro sentido de la fraternidad es de donde podremos sacar la fuerza y la inteligencia para salir de esta gran crisis con la esperanza de ser mejores”.