- Si hay una idea que vertebra la filmografía de Pedro Almodóvar es la de libertad, pero en Madres paralelas, un drama sobre la "maternidad imperfecta", el cineasta manchego redobla su compromiso político aportando su grano de arena a saldar la "deuda moral" de España con los desaparecidos de la Guerra Civil. "España tiene muy mala relación con su pasado, es intrínseco a nuestra cultura", dijo en una entrevista con Efe en la que ha considerado "más que oportuna" la Ley de Memoria Democrática que el Gobierno envió al Congreso en julio pasado y aún pendiente de aprobación. "Espero que se superen los obstáculos del tipo que sean porque es urgente, cuando vinieron los relatores de la ONU a investigar la situación en 2013 y 2014 no les cabía en la cabeza que fuera la generación ya nacida en democracia la que empezara a buscar a los desaparecidos", ha subrayado.
Madres paralelas, que llegó ayer viernes a los cines tras inaugurar el pasado Festival de Venecia, gira en torno a la relación entre dos mujeres que coinciden dando a luz a sus hijos en el hospital. Una de ellas, la que interpreta Penélope Cruz, tuvo un bisabuelo fusilado al principio de la guerra y se involucra en encontrar sus restos.
La maternidad y la memoria histórica parecen dos temas difíciles de unir ¿por qué quiso hacerlo?
-La idea con que empecé a escribir fue la de las dos madres y la cuestión de la memoria histórica es un tema que siempre me ha rondado y nunca había conseguido meter en una película. Me parecía que si el personaje de Penélope buscaba a su bisabuelo, de ese modo tangencial encajaba el tema.
El personaje que interpreta Aitana Sánchez Gijón se define como 'apolítica' porque al ser actriz tiene que gustar a todo el mundo. ¿Se inspira en alguien esa frase?
-Cuando alguien dice que es apolítico no es apolítico, es de derechas. La frase viene a cuento de que hubo un momento, después de los Goya del 'No a la guerra' (2003) en que el PP convirtió a toda nuestra profesión en la verdadera bestia negra de España y de ellos. Machaconamente y con mucha tenacidad se pusieron a desacreditarnos y hubo un momento, como resultado de esto, en que algunos actores empezaron a preguntarse qué se había ganado con aquella entrega tan directa y tan crítica con el Gobierno.
¿Considera que 'Madres paralelas' es su película más política?
-En todas mis películas hablo de la libertad, que es un elemento político, pero esta es la más claramente política. La sociedad española tiene una deuda moral enorme con las familias de los desaparecidos que están en cunetas, fosas o cementerios y cuanto antes se pague esa deuda, mejor. Ya va siendo tarde porque una vez que pasen las generaciones de los bisnietos va a ser difícil que alguien se acuerde.
¿Qué le parece el proyecto de Ley de Memoria Democrática del Gobierno?
-Es más que oportuna esa ley, es necesaria porque por fin pone las fosas en manos de la administración. Hasta ahora las que se han abierto ha sido por ayudas de particulares, voluntariado y deben ser las instituciones quienes se hacen cargo. Según el antropólogo forense (Francisco) Etxeberría, que ha abierto muchas fosas, a estas alturas probablemente solo se llegue a identificar a una tercera parte de los enterrados.
La maternidad es un tema recurrente en sus películas, pero aquí habla desde una nueva perspectiva, las madres imperfectas.
-Para mí han sido madres más complejas. Que una madre pueda decir 'yo es que no tenía instinto materno' es muy duro de reconocer y más duro aún decirlo y ser consciente de que eso ha sido fatal para tu hija, como hace en su monólogo Aitana.
También habla de la amistad entre mujeres ¿qué tiene de particular?
-He creído siempre mucho en la fuerza de la amistad entre mujeres, la sororidad. Esa sensación de hermandad femenina la he visto mucho a lo largo de mi vida y es algo que me gusta que esté presente en mis películas.
"La sociedad tiene una deuda moral enorme con las familias de los desaparecidos que están
en cunetas"
Director de cine