Al igual que sucedió el jueves, no ha sido de extrañar la gran afluencia de público que ha registrado esta tarde el Principal dentro de la cuadragésimo cuarta edición del Festival de Jazz de Gasteiz. Al fin y al cabo, frente al respetable han estado tres de los nombres más importantes de la escena estatal, cuyas trayectorias hablan por sí solas. Otra cosa es que los apellidos no sean norteamericanos.

Por separado, sería imposible resumir en pocas palabras todo lo hecho y lo que queda por hacer a manos de estos tres maestros. Pero en este tiempo, Perico Sambeat (saxo), Javier Colina (contrabajo) y Marc Miralta (batería), es decir, CMS, también han encontrado tiempo para compartir escenario, estudio y creación. Cuando el covid-19 hizo acto de presencia, el trío andaba de conciertos para presentar, aunque todavía no se había publicado, el disco Quince años. Hace poco, recitales y álbum retomaron la agenda para seguir incrementando el buen nombre de un proyecto intermitente que siempre ha dejado grandes sensaciones.

Así han llegado a la capital alavesa, donde antes han dejado recitales para el recuerdo, también en el marco del certamen pero no solo. En este caso, se han ganado al centenario teatro desde el segundo uno con una propuesta en apariencia fácil de seguir por el gran público pero con unas cuantas cargas de profundidad.

Composiciones propias y ajenas se han ido sucediendo en una actuación sin protagonismos, un diálogo a tres bandas que solo Colina ha intentado, aunque sin quererlo, sabotear cuando en pleno solo de Perico se ha movido sobre su contrabajo y éste se ha colado entre los sonidos del saxo.

Detalles a un lado, lo cierto es que los espectadores del Principal no han parado de disfrutar y de aplaudir, sabiendo acompañar a los tres en este camino que ha transitado entre Cole Porter y la bulería, por poner dos ejemplos. Al fin y al cabo, lo que los tres han demostrado es que pueden afrontar todo lo que se les ponga por delante y además darle una dimensión nueva y diferente. Además, tanto Colina como Perico, que son quienes han tomado la palabra, han hecho gala de su habitual humor y cercanía con los presentes.