Se fue para tres meses pero lleva cinco años residiendo en Guatemala. Al igual que hizo aquí, en su ciudad natal, allí ejerce su profesión de periodista, aunque para este regreso temporal a Gasteiz se expresa a través de la fotografía. Lo hace con la exposición La caravana de los sueños, que a lo largo de este mes se puede ver en el centro cívico Salburua, donde, además, Asier Vera ofrecerá una charla el próximo día 21, así como dos visitas guiadas en esa misma jornada (para todo ello es necesario apuntarse desde 15 días antes por las restricciones de aforo que conlleva el covid).

Ya en marzo, la muestra también se podrá ver en Zabalgana -la primera quincena- y El Pilar. “Me gustaría que la gente sienta empatía” hacia quienes aparecen en esta selección de imágenes, personas que en un momento dado de sus vidas decidieron dejarlo todo para intentar encontrar un mundo mejor para los suyos.

En realidad, la exposición habla de un éxodo concreto en el continente americano pero podría hacerlo de cualquiera de los que suceden en este siglo XXI, sin ir más lejos en Europa. “Aquí tenemos los muros de Ceuta y Melilla. O ese gran muro invisible que se llama Mediterráneo”, aunque en este caso la mirada se centra en esa frontera que separa a México de Estados Unidos, esa barrera existente antes, durante y después de Trump.

A través de unas 40 imágenes seleccionadas de las más de 5.000 que tomó, Vera relata el camino realizado en 2018 por miles de personas procedentes de Honduras, Guatemala y El Salvador con destino al sueño americano. De hecho, su intención es poder volver en 2021 a las ciudades norteamericanas donde se encuentran algunas de las familias que conoció en aquella travesía para completar este retrato actual del mundo.

Como recuerda el periodista vitoriano, el 13 de octubre de 2018 comenzó en la ciudad hondureña de San Pedro Sula una travesía de 4.000 kilómetros que llevó a miles de personas hasta Estados Unidos, una “caravana migrante” a cuyo camino se unieron otras dos procedentes de Honduras y El Salvador. “Yo estaba haciendo un reportaje lejos de la capital de Guatemala cuando me enteré. Cuando regresé, fui directo a poder estar con esas personas, que ya estaban en México”.

Durante un mes, caminó con ellos, compartió momentos de todo tipo, conversaciones infinitas, situaciones muy duras, instantes de distensión, solidaridad y encuentro, y, sobre todo, los sueños de gente que solo quería dejar atrás la violencia, el hambre y el caso para conseguir un mañana decente. “Me impactó lo que vi y lo que viví, encontrarme con tanta gente intentando llegar a un país que no les quiere pero que sí les necesita para trabajar”.

Con todo, Vera señala que tanto a un lado como al otro de la frontera, también se encontró con muchas personas con ganas de aportar y ayudar a estos migrantes, destacando las redes de acogida que, por ejemplo, existen en Estados Unidos. “Es verdad que tanto allí como aquí hay políticos que usan a los migrantes para ganar votos, pero también que hay una ciudadanía solidaria, que apoya y contribuye”. A reflexionar sobre todo ello invita el periodista freelance en esta exposición que ahora muestra en casa.