- Es complicado dar detalles del mundo fantástico que ha creado Patxi Redondo porque “los lectores lo irán descubriendo a la vez que el protagonista del libro”, así que es mejor no anticipar demasiadas cosas. Claro que no hay que esperar para adentrarse entre las páginas de la novela puesto que Odra ya es una realidad palpable. Lo es reuniendo en una misma edición sus dos partes, LosTupakis y La guerra de Odra, que se presentan de forma continua ya que “la primera quedaba demasiado abierta” y el autor no quería dejar tantos interrogantes pendientes.

De estos y otros detalles hablará el escritor en las presentaciones que tiene previstas realizar. La primera se producirá este jueves a las 19.00 horas en la sede de la asociación de vecinos. Barrenkale, situada en la calle Cuchillería. Los siguientes pasos se darán el 23 de este mes en el escenario de la Fundación Vital en Dendaraba y el 18 de diciembre en el centro cívico de Arriaga. “Tengo ganas”, confiesa Redondo, sobre todo teniendo en cuenta que la novela tenía que haberse lanzado entre marzo y abril. “Recibí los primeros ejemplares en lo más duro del confinamiento, cuando ni siquiera podíamos salir de casa. Fue un momento entre la ilusión por verlo terminado y el miedo por no saber qué iba a pasar”.

Más allá de esta circunstancia, desde ya quienes se asomen a esta novela podrán conocer a Javi, director de banco recién jubilado que “cae” en el mundo de Odra “sin querer, sin saberlo, y totalmente desorientado. Se va a encontrar con magia, criaturas fantásticas, pueblos humanos y no humanos, con luchas y guerras…”. Eso sí, él “no es un superhéroe, no es Conan el Bárbaro . Es un jubilado que no tiene ni poderes especiales ni nada por el estilo pero que se ve obligado a sobrevivir en este mundo” dice Redondo, al tiempo que añade que “tiene una evolución importante a lo largo de la historia, sorprendiéndose a sí mismo. No quería a alguien joven, musculoso, con mucha fuerza o diestro en la lucha. Todo lo contrario, buscaba a una persona normal y corriente”.

Junto a este protagonista, por tanto, se va recorriendo un argumento en el que “la tensión va in crescendo” hasta llegar a un final tras el cual “los lectores van a poder respirar”, dice el escritor con una sonrisa. “Quien quiera, lo puede leer como un libro de aventuras y fantástico, por supuesto. Pero también habrá gente que, si quiere, le saque punta al libro porque hay detalles y reflexiones, unas más evidentes que otras, que, de alguna manera, nos hacen ver nuestro mundo desde otro punto de vista”.

Así lo describe Redondo, que confiesa que la chispa de esta aventura se encuentra en su afición por el cicloturismo. “Cuando salía de excursión, a veces me venían a la cabeza fantasías e historias” que “no me hubieran dado ni para un par de páginas” pero que le sirvieron como acicate para construir el mundo que ahora presenta. Lo hace después de mucho trabajo y “muchas horas de ordenador”, mostrando una especial preocupación por los detalles para que “todo fuera coherente y no hubiera cabos sueltos”. Un objetivo que también mantiene para su próxima obra, que ahora está en proceso de corrección y que también estará dentro del género fantástico y de aventura.

Tras la cita en la asociación de vecinos Barrenkale, habrá encuentros con los lectores en Dendaraba el 23 de este mes y en Arriaga el 18 de diciembre

Tras el paréntesis que supuso el confinamiento, que era cuando tenía que haber salido el libro, es ahora cuando la obra toma impulso