- La primera planta del centro cultural Montehermoso acoge desde hoy la exposición Desataduras, Desatadurasobra de la artista gasteiztarra Nerea Lekuona, que a través de diferentes piezas e instalaciones propone una reflexión inmersiva sobre el imaginario de la Transición española. Se trata de un largo proceso creativo que tuvo su germen en una investigación iniciada por Lekuona, "ratón de archivo" confesa, en torno a esta convulsa época. A ésta ayudó y mucho la abundante documentación almacenada sobre ella en el Archivo histórico provincial de Álava. Con el paso tiempo, la artista ha ido reorientando el proyecto, condensándolo y convirtiéndolo en una realidad física, especialmente durante el reciente confinamiento. La muestra, uno de los cuatro proyectos artísticos seleccionados por Montehermoso en su convocatoria anual del pasado 2019 y el último que se expondrá este año en el centro cultural de la colina, podrá visitarse hasta el 15 de noviembre.
Lekuona presentó ayer la exposición en compañía de la responsable de Cultura en el Ayuntamiento de Gasteiz, Estíbaliz Canto, que calificó el trabajo de la creadora vitoriana como "un ejercicio de adaptación al medio, de intuición y de perspicacia", en cuyas propuestas acostumbran a cruzarse tanto el tratamiento de las imágenes como la escritura, la acción, la mediación y el análisis de la circunstancia actual.
La instalación, la intervención y los formatos expandidos han ido ganando terreno en la obra de Lekuona, como bien puede comprobarse también en este último trabajo, donde no faltan su habitual despliegue de competencias técnicas y una perspectiva crítica de aquella etapa política del "atado y bien atado" abierta tras la muerte de Franco. Y que ahora, mediante la participación activa del espectador, anima a "desatar".
El recorrido arranca en un archipiélago de penínsulas del que únicamente es posible escapar mediante el color azul. Atraviesa la dictadura o, mejor dicho, el público es consciente de cómo la dictadura le atraviesa simultáneamente como reflejo y como sombra. La muestra transita posteriormente por las frases recurrentes y los circunloquios históricos. Y despliega y deja en evidencia también las promesas políticas como si fueran un rollo sin fin, con ese también célebre "puedo prometer y prometo" del expresidente español Adolfo Suárez como ejemplo principal. "Un mantra que se repite una y otra vez" y que la artista, como si fuera "un castigo", ha replicado centenares de veces en un soporte de 20 metros de largo.
El proyecto se enfrenta también a la voz de la autoridad y la represión, a ese "la calle es mía" pronunciado por Manuel Fraga en aquellos trágicos días de 1976 en la Gasteiz sacudida por los sucesos del 3 de marzo, para llegar finalmente a una "democracia" que sólo es posible entender a través de las imágenes distorsionadas que proyecta. "Tenemos que recurrir a unas herramientas para poder ver realmente qué es esa democracia", puntualizó Lekuona.
La última sala, una suerte de "laboratorio", presenta parte del material generado en el proceso de trabajo y sirve de acceso al taller de la artista. En él se acumulan trabajos previos que marcan la línea de producción, bocetos, pruebas y tanteos que han ido dando forma a las distintas piezas que posteriormente han conformado Desataduras.
"El 'puedo prometer y prometo' es como un mantra que se repite una y otra vez"
"Tenemos que recurrir a unas herramientas para poder ver qué es la democracia"
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