ay dos tipos de personas: las que al escuchar la palabra Twister les viene a la mente ese juego con circulitos en el que hay que poner posturas raras, al que ya digo que no he jugado nunca ni ganas (una vez dejé de ser amigo de un tipo porque tenía ese juego y pretendía usarlo contra mí), y las que les viene a la cabeza un delicioso helado compuesto por tres sabores y luminosos colores que constituyen uno de los mayores placeres al paladar con forma de helado. Sí, soy de esos. Confieso que durante años fui adicto al Twister, al helado, y para escribir esta columna en condiciones, y no guiarme solo por los recuerdos, recientes por otra parte, he vuelto a caer. Ocurre que al volver a los helados infantiles muchos me han decepcionado por un cambio de receta o porque los recuerdas de otra manera pero el Twister, incluso con sus nuevos y extraños sabores, sigue siendo igual de adictivo. Señor jefe, ¿puedo volver a escribir de este mañana?, ¿y lo que queda de mes? J. Gorriti

Twister

Creado por Frigo en 1986 fue un helado revolucionario porque permitía entrelazar tres gustos y tres colores distintos formando un colorido helado que triplicaba su sabor a cada bocado.