s 6 de febrero de 2042. En esta fecha se está inaugurando el primer Museo de Arte Contemporáneo de Marte. O es 2045 y unos 6.000 artistas cumplen penas de prisión por incumplimiento de la Ley del Buen Arte. O es 2117 y el único material que se utiliza es el llamado coloide. O... Son solo algunos detalles de las historias que configuran Relatos de arte ficción, el primer libro editado por Zas Kultur, una propuesta para mirar a lo que tal vez pueda llegar a suceder pero, sin duda, también para reflexionar sobre el presente.
Como les ha sucedido a tantas otras propuestas culturales en lo que va de año, esta apuesta de creación colectiva en la que la se dan la mano la palabra escrita y la ilustración vio la luz a finales del pasado mes de febrero, es decir, que justo cuando estaba iniciando su camino entre el público se encontró con la barrera que se levantó con la aparición del covid-19. Aún así, dentro del proyecto virtual que el espacio de la calle Correría ha venido potenciando durante estos últimos meses, el libro ha encontrado vías para darse a conocer, más allá de que en estas últimas semanas su versión física está recuperando parte de la senda que quedó interrumpida en marzo, más allá de que su distribución en la versión digital siga.
Diferentes formas, por tanto, para asomarse a una publicación que, tras la portada creada por Jorge Salvador, agrupa textos e ilustraciones de los artistas Rubén Díaz de Corcuera, Iñaki Larrimbe, Paula Estevez, Arturo F. Rodríguez, Josune Urrutia Asua, Natxo Rodríguez Arkaute, Laia Rodríguez, Iker Fidalgo, Pili Aguado y Susana Viñolo. Sus propuestas se pueden encontrar en una producción que se ha editado tanto en castellano como en euskera bajo la coordinación e impulso del Colectivo Redil y la Asociación Cultural Inmersiones.
"La gente que se está interesando y que pregunta también lo hace por la curiosidad ante la novedad, ya que en el fondo nos hemos inventado un género como el del arte ficción. Creo que la curiosidad ante eso es el imán para el público. Y también el hecho de imaginar cómo va a ser el futuro del arte. En realidad, a todo el mundo le interesa el arte, otra cuestión es qué arte. Nosotros estamos hablando de qué podría pasar con el arte en el futuro, es como dar un salto. Pero en el fondo también muchos de los relatos son una caricatura del presente. De esta forma, el libro también nos lleva a replantearnos la función del arte hoy en día. Máxime con la crisis que tenemos ahora de la cultura y las artes", apunta el artista Iñaki Larrimbe, quien señala que "hoy la sociedad está empezando a ver que solo el 15% de los creadores viven de verdad de lo que hacen. El artista no vive del cuento aunque tenga una proyección pública. La miseria que hay detrás es muy importante".
Es en este juego para intentar vislumbrar qué va a suceder con el arte del futuro y con el futuro del arte en el que tiene sus cimientos una publicación que empezó a tomar cuerpo el año pasado, con la celebración del congreso de arte contemporáneo Inmersiones, cuya temática giraba sobre esta cuestión. "Nos pareció interesante la idea de hacer un libro, primero porque podía tener más recorrido que el hecho de hacer un catálogo sobre el congreso en sí, y segundo porque nos servía para adentrarnos en ese terreno fronterizo entre las artes visuales y la literatura". Así, partiendo de un relato que Díaz de Corcuera ya tenía realizado, se empezó a diseñar una obra colectiva en la que no han tomado parte escritores sino artistas. "Por lo general nos atrevemos a cualquier cosa. Igual si le hubiésemos pedido un texto a alguien de la literatura, nos hubiera dicho que al no conocer el mundo del arte no se atrevía, pero los artistas nos lanzamos a todo. Es lo que se ve en el libro, esa osadía que tenemos, que creo que es lo que nos identifica un poco". De hecho "cuando fuimos proponiendo la historia, todo el mundo lo primero que dijo fue que sí. Al fin y al cabo, es una temática que nos toca, más allá de las ganas de adentrarse en una práctica que nos puede resultar un tanto ajena. La valentía del artista para adentrarse en ámbitos que igual no conoce siempre está ahí. Es una cuestión de innovación que siempre está ahí".
Poner en pie el proyecto, que cuenta con el apoyo del Gobierno Vasco y del Ayuntamiento de Vitoria, ha sido una experiencia en sí misma. Tampoco Zas había entrado nunca en el mundo editorial, más allá de la experiencia individual que tienen algunas de las personas que forman parte del espacio cultural. Es ahora, en esta llamada nueva normalidad, cuando el formato físico está empezando de verdad su senda, aunque la experiencia vivida durante los meses de confinamiento, con la posibilidad de descargarse los capítulos a través de internet, ha hecho que también se diseñe una versión digital a mitad de precio. "Esa convivencia entre los dos formatos es interesante y está haciendo, además, que llegue más lejos", apunta Larrimbe.
A partir de aquí, eso sí, este libro colectivo queda en manos de terceros, de aquellas personas que se asomen a esta colección de relatos e ilustraciones que son una invitación a imaginar el mañana, y no solo de la creación artística, pero también a reflexionar sobre el presente, sobre un hoy que, más allá del covid-19 y también por su aparición, a veces parece una ficción que nada tiene que ver con la realidad.