- "No quiero jugar sola", sonríe Ángela Mallén. Por eso, entre las manos tiene una nueva propuesta que compartir. "La música que crea el compositor es silencio hasta que no la interpreta una orquesta. A nosotros nos pasa lo mismo. Claro que es importante el momento en el que estás escribiendo, pero el circuito no se completa hasta ese instante en el que otra persona te lee, te interpreta con su orquesta interior, con su sensorio. Eso es algo mágico". Como autora, ella conoce bien esa sensación, ya sea a través de la poesía, la novela o el relato. Ahora regresa a este último campo con Entretanto, en algún lugar (El Desvelo Ediciones). "Ojalá la gente se emocione al leerlo, se divierta y juegue".

Será en otoño cuando se inicie la ronda de presentaciones por ciudades como Donostia, Barcelona, Madrid, Valencia... dándose el primer paso en Vitoria -más en concreto, en Zuloa- el 30 de septiembre, aunque ni la editorial ni la creadora han querido esperar para publicar la obra. "Igual no es un buen momento por todo lo que está pasando pero hemos aceptado el reto", haciendo especial hincapié, por ejemplo, en la labor de difusión a través de internet. "La verdad es que está funcionando muy bien", apunta Mallén acerca de un título en el que vuelve a contar con la aportación de la ilustradora y diseñadora gráfica Victoria O'May, a quien conoció a partir de su labor en el Taller de Escritura Creativa de la Asociación Alavesa de Familiares y Personas con Enfermedad Mental, y con quien mantiene el perfil de Instagram ida.vuelta.

Con prólogo de Julia Otxoa, Entretanto, en algún lugar se compone de unas cuarenta historias divididas en tres partes. "Lo que ha hecho que todo tenga unidad es darme cuenta de que todos esos relatos tenían que ver con la idea de tiempo y lugar", ejes básicos para construir "un carrusel de personajes muy diferentes que están girando" a través de las páginas de un título que "está escrito con un pie en la tierra y la cabeza en las nubes", describe Mallén. "El cuento tienes que trabajarlo como hace el relojero, en su mesa, en su tablero. Ahí tienes muchas capas que aportar como narradora, pero la historia, en realidad, la cuenta el tiempo. Es el tiempo el que escribe las historias. El narrador lo que hace es tomar nota, es un escriba, y luego aportar capas de emoción, ironía, memoria...".

Este nuevo título supone volver a un formato que la autora ya trabajó en Bolas de papel de plata. "Soy una amante del cuento. Me encanta el que ha creado la literatura latinoamericana a través de Borges, Cortazar€, pero también el de aquí empezando por el propio Ignacio Aldecoa pasando por muchos otros€ y sin olvidar lo hecho en la literatura alemana, la rusa... Me ha encantado siempre leer la pieza cuento. Igual eso ha hecho que haya sido más tardía a la hora de publicar. Me parecía: ¿a dónde voy yo?". Aún así, cabe recordar que su anterior referencia llegó a ser propuesta para el Premio de la Crítica.

Entretanto, en algún lugar, de momento, acaba de empezar el camino. Y en él "aparecen mis preocupaciones habituales, que es algo que nos pasa a todos. Estamos preocupados y con razón por la deriva social, por la fealdad política, por el decaimiento de lo público, por el pensamiento y por la salud. Todo eso está ahí, pero no quiero ponerme melodramática, por eso siempre hay ironía", apunta la escritora, que afirma que "confío mucho en el lector. Lo apuntado, lo sugerido, es una pista de lanzamiento, de despegue. Algunos de los cuentos que están aquí son así". Así se refleja en un proyecto en el que Mallén lleva trabajando desde hace años. "Doy por terminado algo cuando vuelvo siete u ocho veces y no cambio ni una coma. Entonces pienso: es que no le puedo dar más. No es que esté acabado es que simplemente yo no le puedo dar más" describe, al tiempo que recuerda que fue la elección del título un último quebradero de cabeza un tanto complicado de resolver.

Resueltos los últimos detalles, es en el contexto de la pandemia en el que aparece una novedad que, con toda probabilidad, no será la única que presente Mallén a lo largo de los próximos meses. "Durante el confinamiento no he tenido tiempo de escribir pero sí que he estado puliendo cosas y pronto verá la luz alguna", avisa quien espera que la actual situación que está viviendo la sociedad marque un antes y un después ya que "este durante nos tendría que haber cambiado para bien". Claro que esa es otra historia que todavía se está construyendo.

Tiempo y lugar son los dos ejes para sostener este "carrusel de personajes muy diferentes" escrito "con un pie en la tierra y la cabeza en las nubes"

Aunque el libro acaba de publicarse y "está funcionando muy bien", las presentaciones tanto en Vitoria como en otros sitios esperarán a septiembre