barcelona - El guionista Juan Díaz Canales y el dibujante Rubén Pellejero imaginan en su nuevo álbum, El día de Tarowean, el origen del Corto Maltés de Hugo Pratt, y ambos ven natural que el personaje vaya evolucionando desde sus inicios, “respetando la atmósfera”. En esta nueva aventura de este personaje de culto del cómic europeo, los autores desvelan algunos de los misterios que quedaron en el aire en el primer álbum de la saga, La balada del mar salado.
Pellejero señaló ayer que su aportación al personaje “respeta la atmósfera y la peculiaridad de la serie y su propio espíritu, algo que nos impusimos a nosotros mismos; pero sin caer en la vulgar copia”, y precisa que fusiona elementos del Corto de Pratt con los suyos. Díaz Canales explicó que, tras el tercer álbum que realizan del mítico personaje de cómic, ese distanciamiento “sucede de manera bastante natural” y añade: “Nosotros mismos, como autores, no repetimos los mismos esquemas”. Pellejero incidió en que “el mismo Corto Maltés de Pratt es diferente al final que en los primeros álbumes; por tanto, es lógico que te lleves a tu terreno el personaje”. Y subrayó que “nuestro Corto Maltés es una obra de autor, en la que las dos partes, el guionista y el ilustrador, tienen un buen ensamblaje”. Para El día de Tarowean (Norma Editorial), el dibujante quiso imaginar “qué pasaba antes de aquella primera historia, por qué estaba atado a un madero y se trataba de jugar a qué pasaba antes del inicio de la saga, se lo comenté a Juan y al final fuimos por este camino”. El final del nuevo Corto “no es una sorpresa y, de hecho, aparece en la portada con el protagonista atado a un madero” lanzado al mar. - Efe