ELIZONDO. La escritora Dolores Redondo vuelve al valle del Baztán con la inspectora Amaia Salazar en 'La cara norte del corazón' (Destino), una suerte de precuela de la oscura trilogía con la que se dio a conocer y con la que la autora reconoce que llega a "tener pesadillas" una vez lo ha escrito.
"Me aterra lo que escribo, eso es lo que me da más miedo. Durante la escritura, vivo todas las emociones, incluso las terroríficas, y a veces cuando estoy escribiendo en mi despacho y entran sin avisar me dan un susto del copón", ha contado con humor en una entrevista con Europa Press la escritora vasca.
En 'La cara norte del corazón' Amaia Salazar cuenta con 25 años y viaja a Nueva Orleans en el año 2005 tras ser elegida por el FBI en un curso de formación. Bajo la tutela del agente Aloisius Dupree, Salazar participará en la investigación para detener a 'El compositor', un asesino en serie que amenaza con volver a sembrar el caos en un lugar que pronto se verá devastado por un terrible huracán, el 'Katrina'.
Redondo se ha inspirado en la figura real del asesino John List, un veterano de la Segunda Guerra Mundial que a principios de los años 70 mató a su familia --mujer y dos hijos-- y continuó veinte años con su vida normal. La autora reconoce que esos trabajos de documentación son "los más difíciles" y supone un "esfuerzo el mirar a los ojos del monstruo".
"Si miras a los ojos del monstruo, seguramente puedas ver una parte de ti que no te vaya a gustar. Por eso muchos prefieren no explorar esto", ha señalado Redondo, quien además reitera la importancia para su obra de no avanzar más en estas investigaciones. "Soy escritora, no criminalista ni policía, ni me quiero asomar a esa realidad horrible", ha aclarado.
"Muchas veces me han preguntado: ¿no quieres dar un paso más y conocer a un asesino? Pues no, ya bastante hay con documentarse con una autopsia, por ejemplo. Yo tengo este trabajo, escribir, y no quiero ni ver ni escuchar a un asesino para que intente seducirme, no vaya a ser que me convenza", ha añadido con una sonrisa.
Para Redondo, ningún asesino en serie tiene "un denominador común", salvo quizás "casi siempre un desprecio absoluto por lo humano". Cuando habla de esa 'cara norte' de las personas, la autora alude al lado oscuro que "tiene cualquier corazón luminoso". "Cuando era joven y estudiaba los santos, veía que no había nadie más torturado que ellos. Y si ellos estaban torturados...", ha ironizado.
La elección de recuperar ese pasado de Salazar, que ya se apuntaba en la trilogía, responde también a un deseo de Redondo de 'controlar' a su personaje. "Thomas Harris --autor de 'El silencio de los corderos'--, a quien admiro, ya hizo algo parecido con su 'Doctor Lecter', y quizás si ahora hablo del pasado de Amaia Salazar es para que no lo haga otro", ha defendido.
NUEVA ORLEANS "POSTAPOCALÍPTICA" Salazar tendrá que investigar en una ciudad que, tras el huracán, se convirtió en "postapocalíptica" y que, en realidad, cuenta con muchas similitudes con los escenarios de la trilogía del Baztán, en especial en los mitos y en las creencias religiosas. "La fe mal llevada es poderosísima", ha lamentado la autora vasca.
"Nueva Orleans es un escenario que me permite salir de los escenarios habituales de la novela negra, como el Baztán. Con el 'Katrina', todo se desmorona y se convierte en primordial sobrevivir: así volvemos a una novela más victoriana de Conan Doyle o Poe, sin la tecnología, en la que el detective casi tiene que intentar sentir la idea del asesino", ha afirmado.
La novela también aborda otro momento importante de Salazar, cuando era una niña y se perdió durante 16 horas en el monte del Baztán. "Eso supondrá que cambie la Amaia que solo es una víctima y que no tiene nada que ver con lo que luego será la investigadora que conocemos. El tiempo perdido le servirá para marcar diferencias con lo que siente y cómo percibe a su familia", ha explicado.
LA 'CUMBRE' LITERARIA Con más de dos millones de lectores en España y traducida a 36 idiomas, la ganadora del Premio Planeta en 2016 con 'Todo esto te daré' asegura "no haber llegado a la cumbre" literaria. "De hecho, no hay cumbre, esto se trata de dar un paso tras otro y el escalador que se para se queda congelado. Si dentro de 20 años sigo aquí, veremos...", ha apuntado.
Por el momento, reconoce tener ya empezada otra novela, un 'modus operandi' habitual en Redondo para "no enfrentarse" al temido papel en blanco. La autora seguirá en el futuro con su personaje de Amaia Salazar, aunque se plantea "escribir desde otras voces", quizás sin abandonar la novela negra porque "un buen crimen" es lo que la "entretiene".