madrid - La agencia de noticias estadounidense Associated Press publicó ayer la denuncia de nueve mujeres que aseguran haber sido acosadas sexualmente por el tenor Plácido Domingo (Madrid, 1941), quien les habría realizado diversas promesas. La agencia aseguró además que otra media docena de mujeres han expresado que “las proposiciones sexuales les hicieron sentir incómodas”. El artista, director general de la Ópera de Los Ángeles, respondió mediante un comunicado que “las acusaciones de estas personas no identificadas, que se remontan hasta 30 años, son profundamente preocupantes, e inexactas tal como se describen”, además de conceder que “las normas y estándares por los que se nos mide hoy -como debe ser- son muy diferentes de lo que eran en el pasado”.
“Estaba totalmente intimidada y sentí que decirle no a él sería como decirle no a Dios. ¿Cómo le dices que no a Dios?”, asegura uno de los cinco testimonios que desarrolla Associated Press. Por temor a que sus carreras se vean truncadas, solo una mujer ofrece nombre y apellido: la mezzosprano Patricia Wulf, que coincidió con Domingo en la Ópera de Washington y que aseguró a la agencia Efe tener un testigo que vio lo que ella relató en una entrevista de cuatro horas con Associated Press.
“Cada vez que bajaba del escenario, estaba entre bambalinas esperándome. Se pegaba a mí, todo lo cerca que podía, ponía su cara directamente junto a la mía, bajaba el tono de voz y decía, Patricia, ¿tienes que ir a casa esta noche?”, recoge la agencia, que recaba un sentimiento que extienden las que se plantaron: “En cuando te apartas y sales, piensas ¿Acabo de arruinar mi carrera?, y así fue durante toda la producción”.
Siete de ellas habrían rechazado a Domingo, que además de cantante ha sido director artístico y director general en varias óperas, y reconocen “que se les prometieron papeles que nunca se concretaron. Varias dijeron que aunque trabajaron con otras compañías, nunca volvieron a ser contratadas para trabajar con él”. Según relata la periodista de Associated Press, Jocelyn Gecker, “dos de las mujeres dijeron haber cedido brevemente a las proposiciones de Domingo al creer que no podían poner en peligro sus carreras rechazando al hombre más poderoso de su profesión”.
En algunos casos, han pasado más de 30 años y las mujeres aseguran haber dado el paso al calor del movimiento #MeToo, que surgió como consecuencia de las denuncias contra el productor cinematográfico Harvey Weinstein. A falta de pruebas factuales, la agencia explica que “verificó de forma independiente que las mujeres trabajaban donde dijeron y que Domingo coincidió con ellas en esos lugares”. En la noticia se cita a otras seis mujeres que dicen haberse sentido “incómodas” ante las “propuestas sexuales” de Domingo y a otra treintena de “cantantes, bailarines, músicos de orquesta, personal técnico, maestros de canto y administradores” que habrían visto al artista, “que perseguía a mujeres más jóvenes con impunidad”, un “comportamiento inapropiado de índole sexual”.
“Ha intentado presionar a mujeres para que entablaran relaciones sexuales con él, prometiendo empleos y en ocasiones tomando represalias contra las carreras de las mujeres que rechazaban sus proposiciones”, asegura la publicación, que también retrata el modus operandi que habría seguido Domingo, casado en segundas nupcias con la cantante mexicana Marta Ornelas desde los años 60: “Una acusadora dijo que Domingo metió la mano dentro de su falda, y otras tres dijeron que forzó besos húmedos en la boca en un vestuario, una habitación de hotel y una comida de trabajo”.
“Contactaba con ellas de forma persistente -a menudo, llamando repetidas veces a su casa por la noche, expresaba interés en sus carreras y las instaba a reunirse en privado con el pretexto de ofrecerles consejo profesional”, describe la periodista, que añade cómo algunas de las artistas habrían intentado defenderse: “Dijeron haber tomado medidas extremas para evitar a Domingo, como pedir a colegas que se permanecieran junto a ellas mientras trabajaban o no responder llamadas a su casa”.
Respuesta El “superastro” -como lo define Associated Press- acaba de cumplir 60 años de carrera profesional y aunque no respondió a los requerimientos de la agencia, emitió ayer un comunicado en el que tras señalar que “las acusaciones de estas personas no identificadas, que se remontan hasta 30 años, son profundamente preocupantes, e inexactas tal como se describen”, aseguró que es “doloroso saber que puedo haber molestado a alguien o haberles hecho sentir incómodas, sin importar cuánto tiempo haya pasado y pese a mis mejores intenciones. Yo creía que todas mis interacciones y relaciones fueron siempre bienvenidas y consensuadas. La gente que me conoce o ha trabajado conmigo sabe que no soy alguien que dañe, ofenda o avergüence a nadie a propósito”.
“Reconozco que las normas y estándares por los que se nos mide hoy -como debe ser- son muy diferentes de lo que eran en el pasado. He tenido la bendición y el privilegio de haber tenido una carrera de más de 50 años en la ópera y me atendré a los estándares más altos”, aseguró Domingo, cuya próxima actuación está prevista el día 25 en Salzburgo, uno de los festivales más destacados del verano.
conciertos e investigación La directora de la cita, Helga Rabl-Stadler, consideró “realmente erróneo y moralmente irresponsable hacer juicios irreversibles en este punto, y basar las decisiones en tales juicios”. La orquesta de Philadelphia, sin embargo, ha cancelado el concierto del 18 de septiembre y la Ópera de Los Ángeles contratará un abogado para investigar al que es su director general desde 2003.
La soprano y presidenta de la SGAE, Pilar Jurado, declaró a la agencia Europa Press que “es complicado porque yo no sé lo que ha vivido otra gente y no puedo decir si es verdad o mentira, porque no estaba allí. Pero sí puedo decir que conmigo la relación con él ha sido de un perfecto caballero y de afectividad absoluta”.
Una línea similar a la que se pronunció la soprano española Davinia Rodríguez: “Jamás he sentido el más mínimo indicio de lo que se le acusa al maestro. Cada vez que he podido compartir producción con él me ha demostrado tanto a mí como a cada uno de mis compañeros y trabajadores del teatro, desde el más alto cargo al mínimo, el mayor de sus respetos con la humildad y generosidad que tanto le caracteriza”.
Premio Príncipe de Asturias de las Arte junto a Victoria de los Ángeles, Teresa Berganza, Montserrat Caballé, José Carreras, Pilar Lorengar y Alfredo Kraus en 1991, es doctor honoris causa por 14 universidades, entre las que se encuentran Georgetown, Oxford y Salamanca, además de haber sido distinguido con galardones en estados como México, Portugal, Francia, España o EEUU.
Domingo, que el año pasado participó en Donostia en el homenaje que se le tributó a su madre, la soprano getariarra Pepita Embil, también fue el encargado de cantar el himno del Mundial de 1982 o el del centenario del Real Madrid, en cuyo estadio celebró ante 80.000 personas su 75º cumpleaños.