Tokio - Cansada de los dedos ensangrentados, los dolores en las piernas y las dificultades para caminar con tacones, una japonesa ha desatado una cruzada para desterrarlos del trabajo que ha provocado una ola de ciberacoso contra ella. El movimiento surgió de forma espontánea después de que la modelo y actriz Yumi Ishikawa, de 32 años, publicara un mensaje en Twitter contando su sufrimiento por llevar tacones altos a diario por el código de vestimenta de la funeraria en la que trabajaba a tiempo parcial. La viralidad del mensaje llevó a Ishikawa a crear la etiqueta #KuToo, una mezcla de la pronunciación de los términos japoneses kutsu (zapato) y kutsuu (dolor), y a emprender una recogida de firmas a través de change.org para pedir al Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar que prohíba la obligatoriedad de llevar tacones que establecen ciertas empresas ante la inexistencia de regulación.
La aproximación por parte del Gobierno no convence a la impulsora del #KuToo. “Quieren resolverlo no como un problema de discriminación de género, sino como un problema de abuso de poder” en el ámbito laboral, explica. Más allá del anecdótico destierro de los tacones del trabajo, el objetivo es conseguir “que el mundo se dé cuenta de las pequeñas discriminaciones de género que existen y diga NO, hacer reflexionar a la gente”, señala.
Aunque está demostrado que los tacones provocan dolor de cadera porque requieren más fuerza al caminar, que disparan la artrosis de rodilla, la aparición de juanetes y la inflamación en los metatarsianos por una presión excesiva en el antepié, en muchas empresas son obligatorios. - María Roldán