Todo tiene un final y esta cuadragésimo tercera edición del Festival de Jazz de Gasteiz también. La despedida vino marcada por la doble sesión de Mendizorroza, cuyo primer concierto de la noche estuvo protagonizado por el estreno en la capital alavesa del batería Makaya McCraven, que a lo largo de una hora y media se metió al público en el bolsillo (el personal se puso en pie para pedirle un bis por lo menos) gracias a una propuesta hipnotizante, en la que los presentes se dejaron atrapar con gusto. Eso sí, el batería contó con una baza importante a su favor, el más que destacado trabajo de sus compañeros de viaje. Irvin Pierce (saxo), Matt Gold (guitarra), Junius Paul (bajo) y Greg Spero (piano) escaparon de protagonismos, entendiendo que son un todo. Foto: Josu Chavarri