Vitoria - “Todavía estamos impresionados. Toda la información que hemos recibido la tenemos que ir asimilando. Además, hemos visto mucha belleza”. Lo contaba así a principios de diciembre de 2016 a este periódico Sergio Viana, tras regresar de San Petersburgo, donde una delegación del Conservatorio Municipal de Danza José Uruñuela había estado invitada por el Festival Internacional Arte Sin Fronteras. Fue el primer paso de una colaboración del centro gasteiztarra con este proyecto, que tuvo una segunda parte palpable en febrero de 2018, cuando parte del alumnado acudió a Andorra para actuar con el Ballet de San Petersburgo, donde se reúnen los intérpretes principales del teatro Mariinsky. “Poder compartir escenario con ellos ha sido muy grande”, relataban entonces en estas páginas los profesores Viana y Aihnoa Arenaza, hoy directora del espacio formativo y cultural.
Pero esta vez no es el José Uruñuela el que viaja, sino que es parte de la maestría de los intérpretes rusos la que viene a Vitoria. En concreto, del 24 al 28, la sede del conservatorio va a acoger un curso intensivo de clases magistrales con la técnica de Agrippina Vaganova, “el método fundamental” para el ballet. “Una persona que domina la danza clásica puede bailarlo todo, lo que sea”, apunta Viana ante esta oportunidad de formarse con intérpretes de relevancia. De hecho, ya hay 30 plazas ocupadas por alumnado del centro vitoriano pero se han querido abrir estos encuentros a bailarines de fuera, para quienes todavía quedan espacios disponibles (hasta el domingo se puede formalizar la inscripción).
Margarita Rudina y Alexey Nasadovich serán los responsables de encontrarse con el alumnado y conducir estas jornadas de trabajo, aprendizaje y evolución personal y colectiva. Las clases magistrales, que se desarrollarán en horario de mañana, se llevarán a cabo gracias a la cooperación del conservatorio con Olga Romashchenko, la directora del Centro de Iniciativas Sociales y Culturales (San Petersburgo), en el marco del mencionado proyecto internacional Arte Sin Fronteras, que apuesta por el intercambio cultural como eje de su acción. “Es la primera vez que vamos a poder desarrollar una iniciativa de este tipo en nuestra sede” pone en valor Arenaza.