Más allá de lo que veamos, escuchemos, en los diversos medios de comunicación sobre los múltiples programas electorales de las, también, diversas formaciones políticas que se presentan a las próximas elecciones generales, estos días podemos asimismo acceder directamente a su simple y llana lectura. Sin más intermediarios. Alejados del bullicio y de la confusión de la caja tonta, de las páginas de los periódicos, de las atropelladas opiniones en las redes sociales, podemos leer y examinar fríamente los distintos programas electorales. No deja de ser ésta una ortodoxa manera de conocer la ideología de los partido políticos, de saber qué valores defienden, qué planes de gobierno tienen, qué piensan sobre los diversos temas que nos afectan como ciudadanos... En definitiva: leyendo dichos programas podemos estar al tanto de lo que cada formación ofrece y propone a la ciudadanía. Pues un programa electoral no deja de ser un manifiesto de intenciones. Obviamente su fin último es cazar los votos del electorado, pero hoy en día todos sabemos que éstos se consiguen por otros medios: el hecho de que un determinado programa político pueda ser interesante para el ciudadano ya no es relevante. Porque, ¿cuántos electores se leen los programas de los partidos a los que votan? ¿Y de los partidos a los que no van a votar? Precisamente por esto, insistimos, su lectura puede sernos de mucha utilidad a la hora de decidir nuestro voto. Asumiendo, obviamente, que los partidos que escriben sus programas quieren nuestro voto, ¿cuándo compramos un determinado producto o un servicio no leemos la información que nos ofrecen las diversas empresas que lo ofertan para, finalmente, decantarnos por aquel que creemos mejor para nosotros? En el caso de los partidos políticos podemos obrar de la misma manera sin caer en el error de dejarnos llevar por irracionales impulsos emotivos que nos lleven a adquirir algo que finalmente no deseamos. Por otra parte, nunca ha sido tan sencillo como hasta ahora acceder a los diversos programas electorales: desde nuestro dispositivo electrónico favorito podemos descargarlos de la nube.
Una vez en nuestro poder, podemos realizar un juego que nos permite leer entre líneas en los diversos documentos: podemos realizar diversas búsquedas de palabras que nos interesen y contar las veces que éstas aparecen escritas. Si tecleamos, por ejemplo, en un buscador la palabra cultura, en el programa del Partido Popular, ésta sale en seis ocasiones. En el del PSOE, en cincuenta y cinco ocasiones. Podemos, menciona la palabra cultura ciento diez veces. Ciudadanos, trece. PNV, seis. Y Vox en tres ocasiones. Este sencillo juego puede parecer una necedad, pero sortea por su simplicidad cualquier intencionada manipulación por parte de los redactores de los escritos y nos permite introducirnos en el subconsciente de los propios partidos políticos para saber cuáles son los temas que realmente les preocupan