Iparralde, 1609. Una joven veinteañera es arrestada en una fiesta nocturna acusada de brujería. El juez Pierre de Lancre, uno de los más célebres inquisidores de la época, plasma esta historia en el libro Tratado de brujería vasca: Descripción de la inconstancia de los Malos Ángeles o Demonios que, ya en el siglo XXI, el argentino Pablo Agüero descubre y toma para su próximo filme, Akelarre. Una película sobre la caza de brujas “tan universal y con ecos tan contemporáneos que hasta hecha en euskera es entendible en todo el mundo”, apunta uno de sus productores, el donostiarra Koldo Zuazua, que se sumerge en su proyecto “más ambicioso” al tratarse de una coproducción hispanofrancoargentina.

“Puede chocar que un argentino quiera rodar una historia en castellano y euskera, pero es atractivo que alguien de fuera se interese por algo de nuestra historia”, cuenta Zuazua sobre una cinta que comenzará ha rodarse el próximo 6 de mayo en la playa de Laga de Ibarranguelua (Bizkaia).

El guion de Akelarre llegó a manos del productor gracias a José Luis Rebordinos. En 2015, Agüero presentó en Donostia su película Eva no duerme y le habló del proyecto al director del Zinemaldia con la intención de que este le facilitara contactos en Euskadi.

Así es como Rebordinos concertó una reunión entre Agüero, Zuazua (Kowalski Films) e Iker Ganuza (Lamia Producciones). “Nos gustó mucho el guion y en vez de pelearnos por él, decidimos hacernos uno y producirla juntos”, revela el donostiarra.

Para Zuazua, que ha participado en los últimos años en filmes como Handia, La herida y Ocho apellidos vascos, la historia de Agüero parte “de unas bases parecidas a cualquier otra película sobre caza de brujas, pero la manera de contarla será muy diferente”.

Precisamente, un filme anterior de Pedro Olea que comparte el mismo título narra una historia real muy parecida acaecida en el valle de Araitz en 1595. “Al ocurrir en el lado francés, los juicios no fueron exactamente iguales, por lo que es una mirada distinta”, añade.

La preproducción de Akelarre ha llevado prácticamente un año, ya que Agüero -“un director muy exigente”- ha seleccionado minuciosamente el reparto y las localizaciones. Además de la joven protagonista, que será interpretada por la vizcaína Amaia Aberasturi, y del catalán Alex Brendemühl, con un rol todavía por especificar, el elenco principal está formado por seis jóvenes actrices, prácticamente sin experiencia, elegidas entre más de 800 candidatas y que además de actuar en la película “tienen que bailar, cantar y hablar en euskera”. Para preparar su participación en el filme, este sexteto ha trabajado las últimas semanas codo con codo con Agüero en el Dantzagunea de Errenteria las coreografías que deberán ejecutar.

En lo que se refiere a las localizaciones, la necesidad de mostrar un pueblo del siglo XVI con playa y monte ha obligado al equipo “a recorrer prácticamente toda Euskal Herria”. “Necesitábamos dar con árboles muy antiguos, que puedan parecer de ese tiempo; no nos valía cualquier sitio”, explica Zuazua.

De este modo, y aunque finalmente son “pocas las localizaciones seleccionadas”, el rodaje arranca el próximo 6 de mayo en la playa de Laga de Ibarranguelua para, a lo largo de siete semanas, desplazarse a Itziar, Lesaka, Sara y Lapurdi. Para todos estos municipios, el equipo de producción busca además en torno a 400 figurantes.

La producción finalizará la última semana de junio, coincidiendo con la hoguera de San Juan, “una casualidad mágica para una película así”, bromea el productor donostiarra.

Aunque por el momento es pronto para aventurarse, Zuazua confía en que la película esté terminada para las Navidades de este año y poder presentarla así a todos los festivales, “de Berlín al Zinemaldia”, confiando en que sea seleccionada.

Hay que tener en cuenta que Agüero es un viejo conocido de los grandes certámenes internacionales. Además de competir en la Sección Oficial de Donostia con Eva no duerme, el realizador argentino se alzó con el premio al mejor cortometraje en Cannes en 2006.

Una vez este determinada su posible participación en un festival, será turno de fijar su estreno en las salas comerciales.

producción a tres bandas A pesar de contar una trayectoria notable -Kowalski Films ha participado en buena parte de las producciones vascas de los últimos años-, Zuazua no oculta su felicidad por trabajar en una producción a tres bandas.

“Estoy muy contento de que hayamos sumado valores para contar una historia tan de aquí”, afirma sobre un proyecto “muy ambicioso” que tendrá participación argentina, vasca y francesa. “Sé que puede costar más al ser tres partes, pero a la vez es una experiencia que tenemos muchas ganas de vivir”, concluye.