Desde hace siete años, Artium muestra en sus paredes exteriores una serie de pancartas de gran tamaño, de cien metros cuadrados que son realizadas por diversos artistas y que cada dos o tres meses se renuevan. Una manera ésta de que el museo mire hacia el exterior y se comunique con él. El viandante puede, por lo tanto, contemplar creaciones de artistas sin tener que atravesar la puerta del museo. Se topa con el arte de manera fortuita. Artium, en definitiva, se abre así a la ciudad. También es verdad que muchos ciudadanos, sumergidos en su monotonía diaria, pasean sin mirar el mundo que les rodea. Las lonas, por lo tanto, son una invitación a que nuestra mirada realmente mire.

A lo largo de estos años, múltiples creadores han estampando sus creaciones en estas grandes lonas. Creadores que provienen del mundo de las artes visuales. Pero en tres ocasiones estas pancartas han sido realizadas por historietistas. Hace un par de años, el pintor e historietista Simómides realizaba una versión de una obra de Goya: La carga de los mamelucos, realizada el 2 de mayo de 1808. Una obra que pertenece al género de la pintura histórica. Que narra una historia que, como señala Simónides, se repite una y otra vez, y nos anima a pensar sobre la necesidad de respuesta a las situaciones políticas y sociales, tantas veces descompensadas en el cotidiano ejercicio del poder. El pasado año, pudimos contemplar una creación del dibujante vitoriano Mauro Entrialgo reinterpretando y actualizando en clave de divertimento gráfico pop la obra El balandrito (1909) de Joaquín Sorolla. Uno de los cuadros más populares de Sorolla y claro ejemplo de su trabajo, en el que las sensaciones son las protagonistas. A partir de la imagen del niño sosteniendo la vela y desde el lenguaje del cómic, el autor transforma completamente el relato original de la pintura: Entrialgo huía del naturalismo de Sorolla para situarse en su antípoda, plasmando el pensamiento mágico del niño retratado. Y desde hace unos días, podemos ver la obra de Laura Pérez Vernetti ofreciendo una relectura feminista del cuadro El caballero de la mano en el pecho de El Greco. Quizá ésta sea esta la obra de este afamado pintor que más impronta ha dejado en la cultura y arte español. Un rotundo retrato realizado en 1518 cargado de cierto misterio: se desconoce la identidad del hombre retratado. Pero quizá por ello no deja de representar ?por su postura, vestimenta y semblanza? el espíritu digno del caballero del siglo XVI. Laura Pérez Vernetti reinterpreta este cuadro desde una óptica actual: la persona retratada toma forma de mujer bajo el título La caballera de la mano en el pecho. Destacar que Laura Pérez Vernetti es reconocida como la autora más relevante del cómic adulto español desde hace más de tres décadas, cuando fue pionera publicando en la mítica revista El Víbora en unos momentos en los que las presencia de las autoras en el ámbito del cómic era, cuando menos, anecdótica.