Vitoria - Los planes se acumulan, aunque a Kepa Sojo se le nota tranquilidad en la cara. Es hora de tomar un respiro en forma de bocadillo durante el rodaje de su nuevo cortometraje, Khuruf, un thriller social que es al mismo tiempo una comedia, un título (el séptimo ya) del que el realizador alavés asegura que no puede dar muchos detalles mientras unos escolares que pasan cerca del set de rodaje, instalado frente al centro cívico Ariznabarra, gritan: “yo también quiero salir en la tele”.
Será en noviembre, en el marco del Festival Internacional de Cine de Gijón, cuando esta historia protagonizada por una familia magrebí que reside en Gasteiz, se estrene. Será allí puesto que el filme, producido por Kuttuna Filmak, cuenta con el premio que Movistar+ otorga a través del certamen. Abdelatif Hwidar (Goya por Salvador), Farah Hamed y Taha El Mahroug son los protagonistas de una propuesta en la que también intervienen Gorka Aginagalde y Susana Soleto, y que se empezó a grabar el fin de semana en Urkabustaiz para terminar ahora en la capital alavesa.
Alrededor de 25 personas, entre técnicos e intérpretes, están tomando parte en una producción que también se ha rodado en la mezquita de Mariturri y Lopidana, entre otros emplazamientos. Todo para contextualizar una historia rodada en gran parte en árabe magrebí (en dialecto del norte), algo para lo que el equipo está contando también con la ayuda, a través de una beca, de una estudiante de traducción de la UPV.
“Está siendo un rodaje feliz”, comenta Sojo sobre este proyecto nacido antes de su anterior corto, Hileta, tras escuchar en la radio una noticia ocurrida en la frontera entre Marruecos y España. Un título en el que también se habla del choque cultural, de los prejuicios sociales, de las diferencias familiares entre los progenitores apegados a las tradiciones y los jóvenes de origen extranjero pero ya nacidos en Occidente.
Eso sí, mientras Khuruf adquiere forma definitiva, el realizador de Llodio tiene también la vista puesta en su segundo largometraje, una película que se rodará en otoño tanto en Gasteiz como en otros puntos del territorio alavés. Se tratará de una comedia costumbrista ambientada en la época cultural y cuyo protagonismo será coral.
“Estamos todavía cerrando la cuestión de las localizaciones, pero ya está todo encaminado”, describe un Sojo que si no quiere dar detalles de su nuevo corto para no estropear la sorpresa que tiene la producción actual, mucho menos da detalles sobre el filme que tomará el relevo de El síndrome de Svensson (2006).
Lo cierto es que han pasado ya más de dos décadas desde la realización de su primer corto, 100 maneras de hacer el pollo al txilindrón, que dio inicio a una trayectoria que siempre ha pisado firme y que ha contado con innumerables reconocimientos en festivales tanto del Estado como del exterior, sin olvidar la nominación a los Goya por Loco con ballesta. Ahora es momento de seguir sumando en un 2018 de lo más provechoso para Sojo.