La escritora madrileña Almudena Grandes presentó ayer Los pacientes del doctor García, la cuarta entrega del proyecto narrativo de seis Episodios de una guerra interminable que la autora inició en 2010 y que aborda la lucha contra el franquismo que se llevó a cabo desde la diplomacia. Se trata de una novela de espías que discurre en los tiempos en los que la vía diplomática era el último recurso de los republicanos en el exilio para intentar que los aliados se acordaran de que “seguían existiendo”, pero al final, asegura Grandes, “son los verdaderos malos” porque “les gustó más Franco que los republicanos españoles, que se quedaron solos en mitad de la nada”.
En esta nueva novela, Grandes recupera los días en los que el número 14 de la madrileña calle Galileo operaba durante la posguerra como una red de evasión de criminales de guerra nazis dirigida por una mujer alemana y española, nazi y falangista, llamada Clara Stauffer. Un fragmento de historia que la escritora descubrió leyendo en un libro y que, según confesó Grandes, la “secuestró”. Así, la autora madrileña revive esta red clandestina, nunca reconocida por Franco, que ayudó a que más de 800 nazis evadidos “se sintieran en España como en casa”, ya que, como explica Grandes, estuvieron protegidos por el aparato del Estado a través de Stauffer, la única mujer que integraba la última lista de las 104 personas reclamadas por Naciones Unidas relacionadas con el nazismo y a la que España nunca entregó. “España tiene una relación indigna con su pasado”, aseguró la escritora Almudena Grandes, que consideró que la batalla “por la memoria” se terminará ganando y destacó la “enorme deuda” que tiene el país con sus “resistentes” que mantuvieron la lucha contra el franquismo 37 años.
Así, Grandes presenta, a través de personajes históricos y ficticios que mezclan en esta novela basada en hechos reales, un tipo de libro en el que “es necesario un compromiso entre libertad y lealtad”. Además, la escritora reconoce haber “dado un paso más” al introducir figuras como la del expresidente republicano Juan Negrín y hacerles hablar. Por otro lado, y al margen de la red de evasión nazi, Grandes ha recuperado otro episodio histórico: la llegada a Madrid del Médico canadiense Norman Bethune, que con su método para la transfusión de sangre refrigerada que “resucitó” a muchos soldados en la Guerra Civil. “Ni siquiera hay una calle que lleve su nombre en Madrid”, criticó. - Efe