Vitoria - Con ganas siempre de ir un paso más allá, desde 2012 el proyecto escénico de ilMaquinario viene describiendo un sello propio que se traduce, por ejemplo, en un Perplejo que esta noche llega a Araia.

Siguen con ‘Perplejo’ tres años después de su puesta en marcha, aunque acaban de estrenar un nuevo montaje, ‘Resaca’. ¿No es un poco esquizofrénico?

-Creemos en los procesos largos de construcción y exhibición de los espectáculos porque además así las obras también van cogiendo más vida e intensidad. A Perplejo le tenemos mucho cariño. Es un montaje que nos ha llevado por sitios maravillosos como pasa ahora con Araia y no nos gustaría dejar de hacer el montaje mientras haya espectadores que lo demanden.

Si no recuerdo mal, el estreno en castellano, además, se hizo en Euskadi, ¿verdad?

-Sí, sí, es que somos una compañía gallega pero nos gusta pensar que Euskadi es nuestra segunda casa. Es donde más hemos representado nuestros espectáculos.

¿Qué va a encontrar el público que esta noche acuda a ver ‘Perplejo’?

-Hora y media de locura, de una comedia delirante y muy rápida. Hemos estado con esta obra en medio centenar de escenarios ya y ha funcionado siempre con todo tipo de públicos. Estamos entusiasmados de poder ir a Araia con ella porque además me consta que el responsable del festival la ha visto varias veces (risas). Es una pieza que trata sobre la dificultad de encontrarnos a nosotros mismos, sobre la dificultad de encontrar una identidad propia en un mundo tan cambiante como el que estamos viviendo. Para eso nos servimos de una especie de vodevil casi metafísico donde todo empieza como si fuera una sitcom (comedia de situación) televisiva. Al principio, el público piensa que ya sabe lo que va a pasar, que ya lo ha visto, pero al cabo de unos pocos minutos se da cuenta de que no, de que todas sus convicciones se ponen en cuestión. Para nosotros, esa situación es una metáfora del mundo actual, de cómo cada poco tiempo nuestras convicciones son puestas en crisis quizá por ese exceso de información que nos llega todo el tiempo y por esa necesidad que parece que tenemos de meternos en distintas personalidades dependiendo de cada momento y circunstancia. Es una dramaturgia nuestra a partir de un texto de Marius Von Mayenburg, que es un autor alemán impresionante.

Mencionaba antes a Javier Alkorta, que en la presentación del festival dijo de ‘Perplejo’ que es un espectáculo “descomunal”.

-(Risas) Me encanta.

Más allá de la anécdota, la verdad es que es un montaje que les ha dado varios reconocimientos en forma de premios. Siendo la segunda producción de ilMaquinario, ese recorrido les estará diciendo que algo bien están haciendo, ¿no?

-Nuestro primer espectáculo (El Hombre Almohada) era nuestro proyecto de fin de carrera de los estudios de arte dramático y cuando montamos Perplejo dijimos: todo lo que hemos aprendido hasta ahora, vamos a ponerlo en duda (risas). De hecho, es una obra que pone en cuestión incluso al propio teatro. La verdad es que el montaje ha funcionado muy bien, también a nivel de premios y nominaciones. De todas formas, ahora ha llegado Resaca y hemos querido dar otro paso más, que nos ha llevado también a cruzar fronteras y actuar en París.

Crear una compañía en plena crisis tuvo que ser como asomarse al precipicio desde el mismo borde. ¿Cómo son las sensaciones ahora?

-En el borde del precipicio seguimos estando. Hombre, las cosas nos están saliendo mucho mejor de lo que podríamos pensar en 2012, también porque nos lo hemos trabajado. Pero seguimos en un estado de peligro porque, por ejemplo, el IVA sigue estando en el 21%. La gente cree que ha bajado al 10%, pero no es así. Esa bajada es a la taquilla, pero nosotros no podemos hacer eso, tenemos que funcionar con caché porque si no, estaríamos en la ruina absoluta. Así que ese cambio, en nuestro caso, es como si no existiera. Eso puede beneficiar a las grandes productoras que van a taquilla a los teatros con grandes nombres televisivos. Pero para este tipo de teatro un poco más alternativo, que sigue cobrando por caché, el 21% sigue estando ahí. Con lo que puede pasarte que mueras de éxito, es decir, que tengas tantas funciones en un semestre, aunque a nosotros no nos ha pasado, que no tengas dinero después para pagar el IVA. Ya sé que igual son cosas que no le interesan al público o al lector, pero... De todas formas, vamos a seguir adelante. Además, tenemos la suerte de trabajar en Galicia, que es un lugar donde ahora se están moviendo bastantes cosas en el sector audiovisual, lo que nos permite a cada uno de nosotros tener otras fuentes de dinero.