donostia - La ciudadanía ha puesto nota a su grado de satisfacción con Donostia 2016, un 5,9 sobre 10, dato incluido en un informe que recoge lo que se hizo bien y lo que se pudo hacer mejor en un proyecto “que ha superado el reto de la materialización a pesar del cúmulo de dificultades”. Este dossier está siendo objeto de análisis en unas “jornadas de evaluación” sobre la Capital Europea de la Cultura que se celebran en el campus donostiarra de la UPV-EHU.
El director general de la Capitalidad, Pablo Berástegui, reconoció que este proyecto “ha tenido menos impacto fuera” de la ciudad que el inicialmente previsto en el Plan Estratégico de la Capitalidad, ya que se han celebrado en el resto del Estado y Europa un 4% de las actividades, frente al 10% que se contemplaba. Berástegui compareció ayer junto con el diputado guipuzcoano de Cultura, Denis Itxaso; el viceconsejero de Cultura, Joxean Muñoz; la concejala de Cultura, Miren Azkarate, y la subdirectora general de Cooperación Cultural con las Comunidades Autónomas, Grial Ibáñez, como integrantes de la Fundación Donostia 2016. Todos dieron por cumplidos los objetivos marcados, “con sus fallos y sus sombras”. La consultora LKS y la firma Prospektiker son las autoras de este estudio “independiente”, al que se sumará antes del otoño el realizado por la Unión Europa. La apuesta de Donostia 2016 fue “innovadora, arriesgada y valiente” y se desarrolló en “un contexto adverso de crisis económica profunda”, que rebajó a 49 millones el presupuesto inicial de 89 millones de euros. Como consecuencia, “el impacto económico global” ha quedado por debajo de previsto. Además, “los agentes” de la ciudad tampoco han percibido “un impacto significativo” en su cuenta de resultados.
El informe destaca la dificultad para medir a corto plazo los efectos de un proyecto basado en “intangibles”, ya que su propósito ha sido el del fomento de la paz y la convivencia y no el dejar una herencia de equipamientos culturales como ha ocurrido anteriormente con otras capitales. A partir de ahí, hace un exhaustivo análisis del programa de la Capitalidad, que organizó 3.475 actividades con una acogida “desigual”, de las cuales el 73,6% fueron gestionadas directamente por la Fundación 2016 y el resto junto a otras entidades culturales. El total de asistentes a estas actividades fue de 1.081.140 personas, el 84% de las cuales procedían de Gipuzkoa, el 2,9 de Bizkaia y el 1% de Álava. De fuera de Euskadi, el 3,4% fueron del resto de CCAA y el 7,6% extranjeros.
La Capitalidad no logró “irradiar la actividad hacia el exterior tal y como estaba previsto”, se afirma en el dossier. La nota de satisfacción general de 5,9 que le otorga la ciudadanía a la Capitalidad baja a un 5,48 al incluir en la media al sector de las industrias culturales y creativas y a la sociedad civil organizada. El 6 se supera en los tres apartados cuando quienes responden han participado en alguna de las actividades de Donostia 2016, pero las industrias culturales y la sociedad civil organizada no participantes otorgan sendos suspensos a la Capitalidad. - Efe/E.P.