Vitoria - Desde el pasado 2 de noviembre, ningún visitante recorre las salas principales de Artium. Pero es hora de cerrar este paréntesis toda vez que las obras de instalación y acondicionamiento del nuevo suelo del museo ya están terminadas. Hoy, el centro de arte contemporáneo da el primero de los tres pasos que, en forma de exposición, se van a producir a lo largo de este mes con la mirada puesta no ya en la vuelta total a la normalidad sino, sobre todo, en un día 26 en el que el proyecto soplará las 15 velas de su aniversario. Así, tras reunir ayer a las instituciones y entidades -como DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA- que conforman su fundación, el espacio inaugura hoy la primera retrospectiva en Europa sobre la trayectoria de la artista argentina, aunque afincada en los Estados Unidos desde mediados de los años 60, Liliana Porter.
Diálogos y desobediencias reúne en la capital alavesa un centenar de piezas (vídeos, instalaciones, fotografías, dibujos y pinturas) que la creadora ha ido produciendo desde 1968 hasta 2016, piezas que en su gran mayoría ha sido necesario solicitar a colecciones públicas y privadas de diferentes países, una gran reunión familiar, por así decirlo, que tras pasar por Gasteiz viajará al Centro Galego de Arte Contemporánea ubicado en Santiago de Compostela. “Llevar a cabo una exposición siempre es difícil, pero en este caso lo ha sido todavía más debido a esa necesidad de traer piezas de muchos y muy distintos sitios”, explicó ayer Estrella de Diego, escritora, profesora universitaria de arte, investigadora y comisaria de la retrospectiva.
De momento, hasta el 27 de agosto, la muestra se podrá visitar en la remozada Sala Norte de un museo que hoy procederá a la apertura al público con, a las 19.00 horas, un encuentro abierto con De Diego y la propia artista, si es que el catarro “de importancia” que le impidió acudir ayer a encontrarse con los medios de comunicación se lo permite: “es que todavía no ha podido ver a todas estas obras juntas y a algunas no las contempla desde hace muchos años”. A la espera de solucionar esa situación, la muestra se completará, a lo largo de mayo, con un ciclo de proyecciones tanto de películas como de teatro filmado.
Tras la ironía Dejando a un lado continentes y detalles más o menos relevantes, la contenido, la muestra, se articula en torno a tres grandes secciones ya que, a juicio de De Diego, no tiene sentido aplicar un criterio cronológico a la hora de estructurar la retrospectiva. “El tiempo es reversible para ella”.
Así, en la primera parte Rasgones y tareas comienza con las primeras instalaciones de papeles arrugados y sigue con sus Trabajos forzados o las roturas y reparaciones. La segunda, El recorrido y la línea, recorre su fascinación por las líneas como territorio de los desplazamientos y formas de desbordar espacios y realidades. Además, en Conversiones y dobles, los personajes dialogan y se duplican, se contestan y se clausuran. “Siempre hay una pregunta más para ella, siempre hay una obra que exige, que reclama un espectador activo, que quiere completar el relato. Liliana os está interpelando”, apuntó la comisaria, quien destacó que en la marca de la casa de Porter está el uso de la ironía con primera puerta “hacia una carga de profundidad”. Por ello, como describió Daniel Castillejo, director del Artium, la artista presenta “un mundo enorme con figuras pequeñas para plantear problemas de primer orden”.
Frente al público se sitúa una creadora “que puede ser pop y conceptual, aunque no sería capaz de definir a Liliana. Lo que hace no admite ninguna etiqueta. Es una personalidad muy específica”. Por ello, la mejor definición pueda ser esta “gran” retrospectiva. “Lo que aquí está es Liliana Porter”, completó De Diego ante la primera de las tres grandes muestras que el centro abre este mes de cumpleaños.