durango - “Que cada uno pueda transmitir lo que quiera con libertad”. Así definió Aitor Abaroa, periodista y profesor, la creatividad. Sobre ella y el consumo del cine en euskera conversaron ayer en Irudienea cuatro representantes de la industria cinematográfica vasca. Amaia Garcia, también periodista y analista de la presencia de la comunidad homosexual y transexual (LGTBI) y femenina en el cine en euskera, el actor Eneko Sagardoy y Maria Elorza, directora de cine, se unieron a Abaroa. Todos ellos bajo la batuta de Maialen Goñi, del portal de Internet sobre cine en euskera zinea.eus, organizador del evento.

La creatividad, “la posibilidad de plasmar lo que tenemos en la cabeza” según Amaia Garcia, fue el eje central de esta segunda edición. “¿Qué se necesita para desarrollarla?”, preguntó Goñi. “Cosas básicas”, respondió sin titubear Eneko Sagardoy, que fue parte de Goenkale, la serie en euskera por excelencia, y participará también en Errementari, el primer largometraje de Pablo Urkijo. Maria Elorza, directora junto a Maider Fernandez de los cortos Gure Hormek -seleccionado por Kimuak- y La chica de la luz -parte del proyecto Kalebegiak de Donostia 2016- destacó que con las necesidad básicas sin cubrir, no se puede acceder a unas condiciones intelectuales mínimas.

En una sociedad en la que Internet lo inunda todo, la cultura asiste a la llamada “democratización”. Vanagloriada por muchos, Maria Elorza puntualizó que “se ha democratizado la tecnología, pero las voces siguen siendo las mismas”. En definitiva, “para el que más dinero tiene, sigue siendo más fácil”, apostilló Amaia Garcia.

versión original “Al final, el 85% o 90% del cine que consumimos es en castellano”, relató Aitor Abaroa. A ello achacó la falta de desarrollo de la industria del cine en euskera y puso el acento en otros países como Portugal y Dinamarca, donde los películas se proyectan en versión original subtitulada. “Para nosotros Brad Pitt y Meryl Streep hablan en castellano, mientras que en otros países están acostumbrados a oír más idiomas”, apostilló.

Para la directora de cortos Maria Elorza, sin embargo, la poca audiencia de las producciones en euskera se debe a que “se ha instrumentalizado sin mirar la calidad del producto”. La militancia en pro de la lengua ha llevado a que “no haya críticas negativas para la cultura en euskera”, añadió Abaroa. No obstante, también subrayó que “Loreak demostró cómo se puede lograr lo mismo que en cualquier otro sitio o en cualquier otro idioma”. El cine, al que hasta hace muy poco nadie había podido desbancar, está siendo poco a poco relegado por la calidad de las series. La menor duración de los capítulos, de entre 45 minutos y una hora, es la razón por la que muchos prefieren estas producciones a los largometrajes. Ello es también lo que lleva a la periodista especialista en cine LGTBI, Amaia Garcia, a decantarse en muchas ocasiones por las series; “hay series de mucha calidad y que enganchan”, añadió.

“Poca diferencia hay hoy en día entre una serie y una película”, recalcó el también periodista Aitor Abaroa. La preferencia por producciones de menor duración está aupando, asimismo, a los cortometrajes. “Hay una calidad muy buena en cortos”, incidió el actor Eneko Sagardoy. El ascenso de los cortometrajes en euskera no es lo único positivo de la industria vasca hoy en día: “Cuando se estrena una producción, se convierte en todo un evento”, añadió Abaroa.