barcelona - Los miles de lectores de Dolores Redondo no tendrán que esperar ya para conocer cuál es el argumento de su esperada nueva novela aunque tendrán que viajar desde Baztan hasta Galicia y dejar de momento a la inspectora Amaia Salazar para adentrarse en la trama de Todo esto te daré, la novela de intriga con la que la escritora guipuzcoana, pero casi navarra de adopción, ganó el pasado sábado la 65 edición del Premio Planeta de novela, un galardón por el que recibe más de 600.000 euros y un nuevo lanzamiento estrella de su próximo libro el 3 de noviembre. La novela se presentó con el título de Sol de Tebas y el seudónimo de Jim Hawkins. Junto a ella Marcos Chicot quedaba finalista con El asesinato de Sócrates, presentada con el título El nacimiento y el seudónimo de Óscar García . Los rumores sobre la ganadora del premio comenzaron mucho antes de la cena, pero no fue hasta casi las doce de la noche, tras la quinta votación del jurado, cuando se supo que Dolores Redondo, uno de los fenómenos literarios más rentables del momento por su exitosa Trilogía del Baztan era la ganadora. Dolores es una escritora de la casa, y con ella el Planeta deja claro que necesita nombres que tiren del mercado, más que el descubrimiento de nuevos valores literarios. La obra premiada, Todo esto te daré es una novela de intriga, dentro del género negro en el que la autora se desenvuelve, que trata sobre la codicia y sus alianzas, sobre la verdad y el amor y las relaciones de pareja al tiempo que es un alegato contra la impunidad. Esta vez ha elegido como protagonista a un escritor que viaja hasta Galicia al morir su marido en un extraño accidente y allí descubre la doble vida que éste tenía. La trama se teje con un trío de personajes masculinos, un guardia civil retirado y un cura amigo del fallecido, que van dando forma a una historia de misterio que se adentra en una Galicia rural de fuertes tradiciones y familias en las que los secretos se imponen a la vida y en las que crecen sabiendo que son impunes. Una novela en la que quedan patentes las influencias literarias de Dolores Redondo, especialmente de El Padrino, y de las novelas de Agatha Christie.

Una de las preguntas que más habrá tenido que contestar Dolores Redondo es por qué una escritora de tanto éxito se presenta a un premio como el Planeta.

-Esta es la segunda vez que me presentaba al premio. Tengo que reconocer que desde adolescente he soñado con este momento, con ser la ganadora del Planeta. Es una novela que he tardado seis años en escribir y que estaba en mi antes incluso que la trilogía del Baztan, pero decidí empezar por la historia de Amaia Salazar. El Planeta es como una atalaya que te da la posibilidad de llegar a más lectores. El Planeta es como un alud que lo precipita todo.

¿Por qué decidió guardar la novela ahora premiada?

-Bueno, fue un consejo de mi marido, que me dijo que me lanzara con la Trilogía de Baztan, y eso que El guardián invisible tenia elementos que fueron rechazados, como el ser muy local, el euskera, la mezcla de novela negra y mitología pero fue precisamente eso lo que la hizo diferente y lo que le ha dado un valor. Guardé esta historia y ahora ha sido su momento.

Ahora aparca al personaje que tantos éxitos le ha dado y que pronto veremos en cine, supongo que es consciente de que sus lectores lo que esperaban eran nuevas entregas de la inspectora Salazar.

-Sí, lo sé, pero Amaia no era un personaje para el Planeta y no he sentido presiones de los lectores. Esta es una historia que yo quería contar. Amaia es algo muy especial y es una suerte como escritora, un milagro, tener un personaje así, tan querido por los lectores. Sé que los lectores me piden y yo estoy deseando seguir con ella, pero también necesito nuevos retos como escritora. Por otro lado pienso que los lectores de la Trilogía me van a reconocer porque mi manera de narrar y mi compromiso siguen igual.

¿Esta nueva novela está planteada también como una saga?

-No, es una novela con principio y final, no pensada para una trilogía.

El paisaje en la novela es determinante de nuevo, aunque deja Navarra para adentrarse en la Ribeira Sacra Gallega. ¿Qué ha encontrado allí para escenario de su novela?

-El paisaje siempre es esencial en mis libros, es mucho más que el escenario en el que transcurren las novelas. Y en este caso no era Baztan sino Galicia el lugar que tenía las connotaciones literarias que necesitaba. Un lugar por otro lado vinculado a mis raíces porque mi abuela era gallega. Es un lugar de orgullo y lucha, de esos que llevan a plantearte qué hace la gente viviendo allí. Tiene cosas en común con Baztan, como la luz, el clima, la fuerza del entorno. Y sobre todo, esta zona de Galicia tiene ese orgullo de quienes han pagado un precio alto por la tierra en la que viven y eso les ha hecho valientes, casi heroicos, por resistir. Es un lugar en el que la vida no sigue la lógica sino que las creencias y el peso de la tradición están tan arraigados que todo acaba siendo porque siempre ha sido así, sin más cuestionamiento. Me interesa el paisaje como elemento referencial. En este sentido La Ribeira sacra gallega tenía también ese componente de magia y de mitos que necesitaba.

Una novela sobre la codicia, sobre la servidumbre del mal, sobre la mentira y los secretos. Una trama que arranca con una muerte. Misterio asegurado.

-Es como digo una novela sobre la codicia y un alegato contra la impunidad contra esas familias que siempre salen impunes y cargan con muertes falsamente accidentales. Es también una novela sobre la búsqueda de la verdad, el amor, los secretos en la pareja y especialmente sobre la amistad entre tres hombres capaces en la vida adulta de transformar y mantener esa amistad.

El protagonista es un escritor y el resto de los personajes también son masculinos y un tanto tópicos o fáciles de etiquetar, escritor, guardia civil, sacerdote? otra sorpresa más en su trayectoria muy marcada por el matriarcado y el fuerte protagonismo de las mujeres.

-Sí, Manuel, un escritor de ciudad que se enfrenta a la vida rural de Galicia, llega a Lugo tras la muerte en un extraño accidente de su marido Álvaro y allí conoce a su familia política. El llega para saber el porqué de la muerte de su pareja. En el lugar conecta con un guardia civil retirado, Nogueira, un hombre homófobo que ya no se cree nada y con el cura amigo de la infancia, que con su bondad intenta que las cosas no se remuevan, que todo se quede tranquilo como está y con ellos se va enfrentando a la posibilidad de que la muerte sea un asesinato. Allí se adentra en una familia cargada de secretos, llena de privilegios y que se cree totalmente impune, lo que le lleva a una búsqueda de la verdad en la que la amistad y la lealtad es fundamental. Allí se pregunta hasta que punto como escritor ha vivido en su mundo idílico de espaldas a la realidad, algo que nos suele pasar. Como dices, es lo contrario en cuanto a personajes de mis otras novelas como Baztan, totalmente femenina. Quería vivir el amor, la fidelidad, la infidelidad, desde una visión masculina y tengo que decir que enfrentar a estos tres hombres, de entre 42 y 58 años ha sido terrible. Soy consciente de que son personajes fáciles de etiquetar, pero quiero que el lector se quite los prejuicios al leerlo y vea una novela sobre la amistad y esa capacidad de los personajes para superar prejuicios, que los tienen. Son personajes. De alguna manera los discriminados que a veces también pueden ser discriminadores, pero no quiero desvelar más del argumento.

¿Y cómo encaja un matrimonio homosexual en ese ambiente tan costumbrista y cerrado? ¿Pretende la novela algún tipo de reivindicación en ese sentido?

-Bueno no puedo desvelar mucho, pero no se trata de una novela reivindicativa. Ese matrimonio forma parte de los secretos, del decoro y del cumplimiento de unas determinadas normas de conducta porque así ha sido siempre y en ese contexto la homosexualidad puede ser un elemento de rechazo.

Una nueva novela negra pero con otro registro.

-Sí, esta no es una obra policiaca como tal. El protagonista llega a Galicia para tratar de esclarecer el misterio de un crimen que parece un accidente y que ya en la primera página casi se presenta así. Un crimen posiblemente cometido en el seno de la propia familia. En eso es muy distinto de la novela policiaca tipo Trilogía de Baztan, no hay investigaciones, ni pruebas solo una trama que va poco a poco apuntando hacia el clan familiar como sospechoso. Las mentiras y los secretos son capitales. El único policía que hay se acaba de retirar y está harto de esas familias que lo tapan todo y que se refugian en el que las cosas son así porque siempre han sido así.

Una familia nada recomendable.

-Sí, se trata de una familia de nobles que no lo son, próximos al franquismo, con un catolicismo muy cerrado, con un gran peso de la tradición donde todo se tapa. Allí la lógica no sirve.

En esta novela dice que afronta retos como escritora ¿cuáles son?

-Bueno siempre estás aprendiendo. Tengo varias novelas escritas que sé que no se publicarán nunca porque yo ya no me siento la mujer que las escribió y novelas que luego las leo y casi me parece imposible que las haya escrito yo. Siento que cada vez lo hago mejor y estoy satisfecha, tengo una manera de contar y eso es algo reconocible, un estilo pero voy siempre aprendiendo.

La autora. Dolores Redondo (San Sebastián, 1969) vive actualmente en Navarra. Es la autora de la Trilogía del Baztan, el fenómeno literario en castellano más importante de los últimos años. Las tres entregas de esta trilogía, ‘El guardián invisible’, ‘Legado en los huesos’ y ‘Ofrenda a la tormenta’ han superado los 700.000 lectores.

Su obra. Son 33 las editoriales de todo el mundo que han publicado su obra, y tras la aparición de ‘El guardián invisible’, la crítica la saludó como una de las propuestas más originales y contundentes del noir en España, y ha seguido elogiándola por cada nueva obra.

Literatura y cine. La Trilogía del Baztan contará asimismo con una adaptación cinematográfica dirigida por Fernando González Molina, con guión de Luiso Berdejo (’Rec’) y producida por Atresmedia Cine, Peter Nadermann (’Millennium’) y Nostromo Pictures (’Buried’). Marta Etura es la actriz que da vida en el cine a la inspectora Amaia Salazar.