disfrutar de verano en Londres implica asistir a los conciertos del festival Proms que organiza la BBC. Se trata de una cita histórica que se remonta a 1895 y en la que la música clásica se hace accesible a todos los bolsillos con entradas desde apenas ocho euros en el mítico teatro Royal Albert Hall. A ella vuelve a acudir un año más el director de orquesta vasco Juanjo Mena, dirigiendo a la Filarmónica de la BBC en dos conciertos.

Para una de ellos, Mena explicó a DNA como eligió Israfel, una obra “muy difícil, que demanda mucha atención y mucha técnica”. Su compositor es el británico Mark Simpson, de apenas 27 años, y uno de los niños prodigio de la música clásica del momento. Fue descubierto hace una década, sorprendiendo a todos con su intensidad y brillantez tocando el clarinete.

Graduado en Música por Oxford y con un máster en Composición de la Escuela de Música de Guildhall, Simpson estuvo presente en el concierto de Mena, donde se llevó la ovación del público. Fue el estreno en Londres de Israfel, inspirado en el poema de Edgar Allan Poe, donde un ángel aparece en el Corán, palpitando su corazón a un ritmo fuerte y con un canto tan poderoso que aquieta a las estrellas.

Así, la orquesta liderada por Mena dejó boquiabierta “con una obra impactante” a una audiencia que en su mayor parte, disfrutó de pie el concierto, en la platea del Royal Albert Hall, desde que un bombardeo durante la Segunda Guerra Mundial destruyera el Queen’s Hall, la antigua sede de los Proms.

“Juanjo Mena y la Filarmónica de la BBC se lanzaron sobre ella con todos los recursos a su disposición. Sin embargo, la mayor alabanza debe ir para los 27 años de edad del compositor”, escribían en la crítica del concierto en el periódico The Times, a la que llamaban, una ráfaga vertiginosa de doce minutos a toda velocidad, mutando texturas y percusión, suficiente para alimentar la red eléctrica nacional.

En el repertorio también hubo una pieza del compositor Henri Dutilleux, al que se le hizo un homenaje en tres conciertos de los Proms para conmemorar el centenario de su nacimiento. De hecho, para el diario The Guardian, Mena tuvo más sutileza para interpretar la bella Tout un monde lointain de Dutilleux que para la Primera Sinfonía de Elgar, que la orquesta ya había interpretado hace cuatro años.

Mena reconocía como la mayor parte del público acudió al concierto para escuchar la Primera Sinfonía de Elgar. “Se encontraron a una orquesta que la conoce muy bien y a un director que ha trabajado muchísimo esta sinfonía”, explicó durante la entrevista. El vasco dijo como ahora está actualizando todas las ideas y la suerte que tienen los directores de “escuchar las grabaciones de todo el mundo y de todos los directores a lo largo de la historia, ya que antes los discos no estaban disponibles en las tiendas”.

Para Mena, el ambiente de los Proms es impresionante. “Es un espectáculo, es el mejor festival del mundo, junta todas las noches a 6.000 personas para escuchar música de todo tipo, pero sobre todo, música clásica y que no siempre cautiva al público fácilmente”, añade el director (Gasteiz, 1965).

De hecho, Mena explica como el público británico no va a escuchar algo que es típico, sino que buscan cosas nuevas, que les inviten a pensar, a conocer y a disfrutar más. “Los Proms es una muestra de ese espíritu en general, tanto de la música como de la cultura. Además, el Royal Albert Hall es un espacio impactante, con una atmósfera especial, con un público que sientes allá atrás”, comenta Mena.

Entre ellos, el coach y maestro de artes marciales vasco Jesús María Platón, fascinado por la emoción y la energía que se derrocha durante un concierto en este edificio circular. De visita en la capital británica, la posibilidad de este concierto de música clásica no convencional se presentó en el último minuto y no la dejó escapar. “Tenía mucha inquietud de ver a Mena, es una oportunidad única”, cuenta Platón mientras explica como en la primera parte del concierto el director derrochaba tranquilidad y como al verle de espaldas le prestó mucha atención a sus movimientos corporales.

Tras participar en varias ediciones de los Proms de manera consecutiva, Mena ya se siente como en casa. “Siempre es un concierto de mucho desafío e intensidad, que te exige estar al cien por cien de tus capacidades. En ese sentido, es un disfrute siempre poder llegar al máximo”, puntualiza.

En uno de los momentos más dulces de su carrera, tras dirigir por primera vez a la Filarmónica de Berlín, ahora Mena no deja de soñar con dirigir a otras grandes orquestas. “Esto no para. Nuestra carrera no es solamente el ir una vez a un sitio. Nuestra carrera significa volver y ser habitual en los sitios de mayor nivel musical, por lo que siempre es un sueño y un reto”, comenta.

Por eso, Mena se levanta cada mañana a las seis para estudiar y llegar al ritmo más alto ritmo posible. Se define exhausto con el actual ritmo de trabajo, pues la Sinfónica de la BBC es una orquesta de radio que trabaja muchísimo y con una media de tres programas semanales. “Es una exigencia enorme pero aprendo muchísimo y es una experiencia fundamental en mi carrera”, puntualiza Mena.