Gasteiz - Como el mundo no se para aunque las instituciones estén configurando sus nuevos ejecutivos, Amárica presentó ayer la exposición con la que la sala foral va a afrontar este verano, una muestra fotográfica en la que Juan Manuel Díaz Burgos invita a los visitantes a un viaje geográfico y cultural, una mirada a quienes habitan Cuba, Haití y la República Dominicana.

“Durante más de 20 años he recorrido estos territorios. A lo largo de todo este tiempo he captado miles de imágenes de estos lugares y estas gentes, con el fin de arrebatar emociones y sentimientos para conocerlos y entenderlos mejor, y siempre con el factor humano como primer objetivo”, explica el autor nacido en Cartagena a la hora de dar los primeros detalles de Trópico de Cáncer, que permanecerá abierta hasta el próximo 13 de septiembre.

“En este proyecto intento sustraerme del componente más importante en mi trabajo: la persona, para interpretarlo en otra clave. Aquella que a través de la iconografía la describe, y que a lo largo del tiempo la ha ido estereotipando. Representaciones de un mundo idealizado tanto en lo social como en lo religioso, donde la consecución de la felicidad por un lado y la conquista de un mundo más allá de lo terrenal condicionan las culturas y actitudes de las personas”, apunta el fotógrafo, que retrata a todos los protagonistas de este proyecto con los ojos tapados. “Utilizo la persona como un ente, un objeto puente en donde poder manifestar los conceptos reales de mi propósito. Descarto la mirada como máximo exponente que determina la identificación, para intentar adentrarme en aquellos detalles y percepciones que definen las costumbres de una cultura. Una venda amarilla, cercana a ese color que deslumbra a buena parte de los habitantes de esta tierra, nos priva de las mismas, y al mismo tiempo, nos invita a descifrar aquellas utopías y tópicos más comunes, y a interpretar los conocimientos, sabiduría y rituales más tradicionales de este lugar”.

Fotógrafo freelance que ha expuesto en más de 80 ocasiones de manera individual y más de 90 de manera colectiva, Díaz Burgos ha llevado sus imágenes por países como Francia, Argentina, EEUU, Japón o Alemania. Sus fotos forman parte de múltiples colecciones como las de IVAM, Museum Marugame Irai, Forum-Photographie o la Fundación Heide Santamaría.