madrid - En la vida, sostiene el escritor francés Éric Reinhardt, “las cosas no ocurren como en las novelas”, aunque en muchos casos ficción y realidad se confundan en sus páginas, como sucede en El amor y los bosques, cuya protagonista, víctima de violencia machista, vive “seis horas de luminosidad adúltera”.
Reinhardt se empapó de realidad, de una realidad trágica, la del maltrato y la violencia que sufren muchas mujeres, “todo tipo de mujeres”, destaca, para escribir la que es su segunda novela traducida al español, editada por Alfaguara, que llega a las librerías precedida del éxito en Francia.
Dotado de una sensibilidad “que gusta a las mujeres”, fueron los testimonios, orales y escritos, de algunas de sus lectoras, víctimas del acoso de sus parejas, lo que le movió a escribir esta novela, protagonizada por Bénédicte Ombredane, una “madame Bovary contemporánea”.
Una mujer joven, en la mitad de la treintena, madre de dos hijos, profesora, lectora -encuentra en los libros una tabla de salvación- y casada con un hombre atormentado que convertirá su vida en un infierno. “Ombredane es una aleación de orgullo y sumisión, de ambición y de temor, de fervor y resignación, de audacia y de repliegue, de narcisismo y de abnegación”, describe el escritor.
Quizás por ello su historia de amor pasional, de amor verdadero, con un hombre, Christian, al que conoce a través de una página de contactos en internet, apenas dura seis horas. A partir de ese momento, el día a día de la protagonista será “un remolino incesante y compacto de culpabilidad, dolor, euforia, sublevación, remordimientos, alegría, miedo, dicha, deseo, excitación, amargura...”.
Reinhardt considera que el “verdadero problema” de las mujeres víctimas de violencia machista “es la vergüenza” que sienten para hablar de ello y que “se mantiene oculto”. Por ello, dar visibilidad a esta tragedia es uno de sus objetivos. - Carlos Mínguez