Vitoria. Fueron uno de los nombres destacados del rock alternativo estadounidense de la década de los 90. Iniciadas en el punk rock y después plenamente integradas dentro del sonido popularmente conocido como Grunge, L7 se formó cuando en 1985 se conocieron Donita Sparks y Suzi Gardner.
Debutaron tres años después con un disco homónimo editado por Epitaph; en 1990 vio la luz ‘Smell The Magic’, que pasaría a ser una de las referencias más importantes del a la postre legendario sello Sub Pop y el éxito masivo les llegaría en 1992 con la publicación del LP ‘Bricks Are Heavy’, que incluía su hit ‘Pretend We’re Dead’ y está considerado como uno de los discos esenciales de la década de los 90.
A partir de ahí llegaron infinidad de giras y festivales para L7, apariciones en películas, recopilatorios? y otros tres discos de estudio (‘Hungry For Stink’ en 1994; ‘The Beauty Process: Triple Platinum’ en 1997 y ‘Slap-Happy’, de 1999) antes de su separación en 2001. Su fusión de la vitalidad del punk con salvajes riffs de guitarra, excelentes lineas melódicas y mucho sentido del humor, acompañado de un rabioso directo hicieron de L7 una de las formaciones más revitalizadoras de su época.
El pasado mes de diciembre el grupo anunció la reunificación de su formación más duradera y legendaria con Donita Sparks (voz y guitarra), Suzi Gardner (guitarra), Jennifer Finch (bajo) y Demetra Plakas (batería) y en junio L7 visitará Mendizabala para demostrar que aún sigue siendo esa banda que revolucionó el rock alternativo de comienzos de los 90 y que inspiró la proliferación de bandas relacionadas con el movimiento Riot grrrl de la época.