itoria - Enero siempre es un mes de paréntesis para la Red de Teatros, entre el final de la campaña navideña y el arranque de la temporada invierno-primavera. Eso no quiere decir que el parón sea total. No lo es de puertas hacia dentro y tampoco de cara al público, por lo menos en lo que al Principal se refiere. De hecho, esta misma semana las tablas de la calle San Prudencio han vuelto a coincidir con la Orquesta Sinfónica de Euskadi, que ha retomado, tras las vacaciones, sus conciertos de abono.
De todas formas, lo que hoy va a suceder en el Principal se sale de la tónica habitual, por varias razones. La primera porque la cita se producirá a partir de las 20.00 horas, aunque los espectáculos teatrales siempre arrancan media hora después. La segunda, porque no habrá entrada a pagar (eso sí, es necesario retirar la invitación correspondiente o bien en la sede de la organización en la misma calle San Prudencio o la taquilla del teatro). Y la tercera porque será la primera vez en los 30 años de existencia de la Bienal de Teatro de la Once en que este certamen se produzca en la capital alavesa (de hecho, el evento se está estrenando en estas jornadas en todo el País Vasco).
Ante el público se encontrará la compañía gallega Muxicas Teatro, que representará A Visita da Vella Dama (La visita de la vieja dama), estrenada el año pasado. Bajo la dirección de Melania Cruz, el grupo de Orense acudirá al certamen con su propia visión del texto que Friedrich Dürrenmatt, su autor, vio representada por primera vez en 1956. Se trata de una tragicomedia sobre el comportamiento social, un acercamiento un tanto perverso a la situación de un pueblo que sufre una crisis económica muy severa ante la que nada puede hacer. Se agarra, eso sí, a un clavo ardiendo ante la vuelta a la localidad de su vecina más ilustre, que lo es por poseer una gran riqueza que sus vecinos quieren aprovechar. Ella acepta el intercambio, pero pone una serie de condiciones nada fáciles.
Aquellos espectadores que tengan algún tipo de discapacidad visual podrán seguir la representación a través del servicio Audesc, es decir, un sistema que permite, con auriculares, que el público pueda seguir la acción a través de la audiodescripción que se ha haciendo de la escenografía, vestuario, movimientos...