Más solvente y más eficiente. Así promete Volkswagen que será la próxima entrega del Scirocco. La va a presentar en sociedad este martes, aprovechando el escaparate del Salón de Ginebra, aunque no aterrizará en el mercado hasta agosto. La preceptiva revisión de imagen y contenido procura al deportivo un semblante levemente distinto, así como más munición para una gama de motores menos contaminante.

El compacto con planta de coupé modifica el maquillaje de su semblante. Para ello implanta nuevos faros delanteros H7 bi-xenón y recalca las líneas de expresión de los paragolpes, que alteran sus entradas de aire y van pintados en el tono de la carrocería. A popa destaca la presencia de modernas ópticas LED, que acentúan el perfil del nuevo portón trasero. El parachoques posterior incorpora un difusor oscuro que intensifica la sensación visual de aplomo del vehículo. La puesta al día de la decoración interior contempla guiños deportivos; la inclusión sobre la consola central de indicador de presión de sobrealimentación, o el cronómetro y medidor de temperatura del aceite del motor.

El reparto motriz asignado al Scirocco consta de media docena de candidatos. VW despliega una oferta gasolina compuesta por cuatro unidades TSI: la básica 1.4 de 125 CV va seguida de ejecuciones más efusivas del motor 2.0, con 180, 220 y 280 CV (Scirocco R). La vertiente gasóleo del catálogo contiene las versiones de la mecánica 2.0 TDI con 150 y 184 CV. La nueva gama de propulsores, que incluye dispositivos Start/Stop y de recuperación de la energía para poner sordina a sus emisiones, gana entre 3 y 20 caballos respecto a la edición aún en activo. Dicho progreso es compatible, además, con un recorte de hasta el 19% en el gasto: consume de media entre 0,6 y 1,4 litros menos que ahora. La mecánica más modesta de gasolina se conforma oficialmente con 5,4 litros, nivel que desciende a 4,1 litros en el primero de los TDI.