Vitoria. Sí o sí, este 2014 va a ser especial para la Escuela de Artes y Oficios. Es deseable que sólo sea por la celebración de su 240 aniversario, pero también puede ocurrir que el cumpleaños no sea tan alegre si los patronos públicos que sustentan su fundación no terminan de concretar su apoyo económico al centro. En este segundo caso, parece que las aguas se están intentando encauzar y se está a la espera de una reunión cercana en la que, sobre todo la Diputación, deje a un lado sus insinuaciones maliciosas y se comprometa con el futuro del espacio. Eso sí, desde la dirección se reclama una actuación inmediata en el mantenimiento de una sede con problemas graves y evidentes.
Mientras esa solución llega, si es que al final sucede así, la única verdad es que la escuela tiene asegurado llegar hasta junio. Y como la actividad no se detiene, el espacio expositivo de Artes y Oficios abre hoy su primera muestra del año. Bueno, en realidad son tres que llevan la misma firma.
No es habitual que una única persona cope los tres espacios reservados a exposiciones, una excepción que esta vez tiene su razón, de nuevo, en lo apretado de la situación económica. Dos próximas muestras (una en la sala Luis de Ajuria y otra en el paraninfo del centro) obligan a repartir todavía más el poco dinero existente, así que a la fotógrafa María Uriarte, la artista invitada en esta ocasión, se le ha ofrecido la oportunidad de además de enseñar al público su serie Enbor beretik, acompañarla con otras dos producciones, Arquetipos y Corrientes.
Tras varios años de residencia y formación en Madrid, la autora ha regresado a su ciudad natal, donde, de la mano de la feria Viphoto, ha entrado en contacto con la escuela. Una relación que desde hoy cristaliza frente al público que acuda hasta el próximo 28 de febrero.
En lo que se refiere a Enbor beretik, Uriarte parte de la conexión especial que "los vacos siempre hemos sentido con nuestra tierra", convirtiéndose "en parte de nuestro cuerpo". Por ello, la fotógrafa convierte en paisaje humano, a través del cuerpo femenino, distintos puntos de la naturaleza de Euskal Herria, cada uno de ellos identificado por sus coordenadas.
La elección de estos lugares no es casual. Son, como dice la autora, "los paisajes de mi vida", espacios recreados en una serie realizada en 2011 y premiada en 2013 en el marco de PhotoEspaña.
Posteriores son los otros dos proyectos que también se muestran en la escuela. Por un lado, Corrientes juega con el mar y la cámara fotográfica, a la que somete a los movimientos en espiral y circular del agua para generar imágenes donde domina la mancha y el color, instantáneas "cercanas a la pintura".
En lo que se refiere a Arquetipos, Uriarte presenta ocho dípticos en los que la arquitectura de edificios bien conocidos de ciudades como Vitoria, Bilbao o Avilés se muestran al lado de los elementos naturales o prefabricados que sirvieron como inspiración de las construcciones.