MADRID. "Soy Tauro y aragonés, resisto lo imposible", ha dicho Ullate, después de mostrar un extracto de su visión de la coreografía que hizo famoso a su maestro, Maurice Béjart, y que constituye la pieza central del espectáculo que programan los Teatros del Canal desde hoy y hasta el 3 de noviembre.
"Si todos tiráramos la toalla, no habría nada en España", ha añadido, "alucinado", por el éxito que "Bolero" ha tenido tanto en su estreno en Zaragoza, su ciudad natal, como en Barcelona y Mallorca.
El recorte de la subvención que el Ballet recibe de la Comunidad de Madrid -un 20 % por tercer año consecutivo-, unido a la subida del IVA y el contexto de crisis le están obligando a aparcar lo que siempre ha sido su objetivo: "llevar la danza a cada rincón de España".
Ahora, salen más al exterior. "Bolero" girará de momento por Italia y México. "Eso nos permite continuar", ha señalado el maestro, porque "con los teatros españoles sin presupuesto, la contratación aquí es casi imposible".
Frente a ese panorama, en Francia, la Opera de Vichy y la de Marsella le van a coproducir una representación de "El Amor Brujo", que llevará a escena en agosto de 2014. "Ojalá nos pasara aquí", apunta, sin perder la sonrisa.
A la espera, como todo el sector cultural, de que por fin se materialice la Ley de Mecenazgo, el coreógrafo ha hecho un llamamiento a los empresarios: "Lo mismo que apoyan al fútbol, podían apoyar la danza", ha exclamado.
En "Bolero", Ullate ha recuperado la pareja protagonista de bailarines -frente al solista de Béjart-, lo que acentúa la sensualidad del número, que completa un cuerpo de baile entregado al 'crescendo' musical característico de esta pieza.
La ambientación se traslada a los años 20, la época en que Ravel compuso el Bolero, "los años del 'glamour', de los ballets de Diáguilev, una época maravillosa para la danza", señala.
El programa de los Teatros del Canal se completa con otras tres coreografías: "Seguiriya", que fusiona danza clásica y flamenca, y que en su día solo giró una temporada; "Tres", dirigido por Eduardo Lao, que plasma las distintas facetas de una relación entre tres personas; y "Après-moi", compuesta por Ullate en homenaje a Béjart.
Con más de 40 años de carrera a sus espaldas, y 25 al frente de la compañía, Víctor Ullate no renuncia a seguir descubriendo la danza a neófitos.
"El otro día un señor al que la danza le parecía un coñazo me dijo que vio 'Bolero' y le entusiasmó", asegura. "Espero que Madrid sea también un descubrimiento y que de una vez por todas la danza deje de ser cuestión de minorías", añade.
"La danza purifica el espíritu, te da cosas que no encuentras en tu vida cotidiana. Uno se siente diferente, todos deberíamos bailar", concluye.