Vitoria. Dejar a un lado lo que de manera genérica se entiende como la actividad diaria de una galería, es decir la programación continuada de exposiciones, para abrir un espacio de reflexión, un tiempo de análisis sobre el concepto del arte y su labor, sirviéndose para ello de la recuperación de obras ya conocidas para realizar una nueva mirada tanto artística como histórica. En ello está poniendo la galería Trayecto todo su empeño desde hace ya unos meses. El fotógrafo Ángel Marcos cerró a principios de verano la primera parte de una iniciativa bautizada como Reposiciones que, tras el paréntesis vacacional, recupera hoy el paso de la mano del artista vitoriano Iñaki Cerrajería.

Él protagoniza, hasta el 4 de noviembre, la quinta entrega de una línea de actuación que no se queda sólo en el hecho de volver a mostrar una obra significativa de cada uno de los creadores seleccionados que no pertenezca a ninguna colección, ya que la sala completa el encuentro físico con el público con la realización de distintos materiales (entrevistas con los autores, cronologías sobre lo sucedido en los años en los que fueron presentadas por primera vez las piezas...) que van formando un todo con vida en lo virtual.

Fue en 1998 cuando Cerrajería mostró en la antigua sede de Trayecto Obra única, un gran óleo sobre cartón dividido en 60 piezas que ha sido seleccionada por la propia sala para la ocasión, una elección con la que el creador no puede estar más de acuerdo ya que en ella confluyen las preocupaciones e intereses que venía desarrollando en exposiciones anteriores y que luego le sirvieron para sus siguientes propuestas.

La pintura, su lenguaje, las razones del artista para continuar, las formas, los significados, las finalidades, la complejidad, el juego... aquello que preocupa y ocupa al autor confluye en una pieza no exenta de la ironía que impregna toda su trayectoria, que toma su nombre del proyecto que en ese 1998 desarrollaba Trayecto como modo de reflexión sobre el concepto de la obra de arte frente al de objeto artístico.

Son quince los años que han transcurrido desde aquella ocasión, un tiempo que, según el artista, sirve para repensar intenciones y acciones, y darse cuenta de que este óleo sobre cartón de gran formato se actualiza sin necesidad de forzar nada. "Ahora me doy cuenta de que no tenía perdida la mirada", describe junto a una pieza que desde hoy espera también al espectador, más allá de que el autor es consciente de que en determinados sectores "hay desmiradas" hacia la cultura.

Tras el paso de Cerrajería, la galería ubicada en la calle San Vicente de Paul continuará con Reposiciones de la mano de la también gasteiztarra Juncal Ballestín. Será la sexta reposición de un proyecto que la galería quiere empezar a compaginar con otras propuestas, más allá de que los resultados obtenidos hasta el momento estén satisfaciendo y mucho a Trayecto.