Bilbao. Una historia real y fresca. Es así como se podría definir A Escondidas, el último largometraje vasco dirigido por Mikel Rueda y producido por Baleuko, una productora vizcaína que cuenta ya con cinco títulos cinematográficos en su haber (hasta ahora habían producido Izarren argia, Eutsi, Gernika bajo las bombas y Amaren eskuak).
Son ya seis años los que se lleva trabajando sobre el rodaje de la película. La que iba a ser la ópera prima del director Mikel Rueda cuenta con el apoyo de Media Europa, el ICAA del Ministerio de Cultura y ETB; además, están negociando ayudas que podrían llegar desde el Gobierno vasco.
Durante ese periodo la productora Baleuko se ha mantenido al lado de Mikel Rueda, que ha contado con el apoyo total de Eduardo Galinaga y Asier Bilbao. Rueda está encantado con la garantía que supone tener a tamaña productora como sostén del proyecto: "Estoy muy agradecido a Baleuko, sobre todo a Eduardo Galinaga, que es el productor, y a Asier, que me ha estado acompañando durante todo el camino". Pero conseguir la colaboración de una productora como Baleuko no es tarea fácil, y Mikel tuvo que demostrar sus aptitudes como director y guionista realizando un filme "por encargo", Izarren Argia. La película fue su paso previo, con el que se ganó la confianza de la productora y lo que le ha llevado a contar con un equipo volcado en trabajar en un proyecto tan desafiante como es A Escondidas.
Ahora, dos años después, A Escondidas cuenta con un equipo técnico y artístico formado principalmente por gente oriunda de Bilbao y alrededores (cerca de un 80% del equipo, incluyendo al director, es de la ciudad), donde tiene lugar la trama de la película, aunque los creadores insistan en que es un filme "que puede suceder en cualquier lugar porque trata temas bastante universales". Lo que no quita que Bilbao aporte una carga estética importante: "El filme quiere mostrar el Bilbao de barrio, y aquí hay barrios que son únicos. No es que sea reconocible Bilbao como tal en la película, pero sí que agrega su estética particular a la trama a través de esos paisajes urbanos tan singulares que tiene esta ciudad", comenta Rueda.
Describiendo una trama de choque de culturas y de auto descubrimiento, la historia discurre paralela a la perspectiva de dos cuadrillas de jóvenes en plena adolescencia. Ambas provienen de mundos distintos: una está formada por chicos de clase obrera y la otra por chicos marroquíes que han vivido la inmigración desde muy temprana edad.
Mikel Rueda describe la trama como "una historia que se basa un poco en vivencias propias, y creo que en vivencias a las que todo el mundo se enfrenta tarde o temprano. Sobre todo, trata de esos momentos que todos hemos vivido donde te buscas y buscas tu lugar en el mundo, que es algo que nos pasa a todos en la vida y que siempre encuentras a alguien que busca lo mismo o está en el mismo momento que tu. Es ahí cuando descubres que todo lo que te puede separar es poco comparado con todo lo que nos iguala como seres humanos".
No-actores A través de las vivencias de Rafa e Ibrahim, las cuadrillas de ambos van entrelazando sus destinos para al fin comprender que tienen más en común de lo que pensaban. Esa es otra de las particularidades de este rodaje, que cuenta con "actores no-actores", como los describe Asier Bilbao. "Esa es una de las singularidades de la película, rodar con gente que no conocía el cine de antemano. Estamos trabajando con un grupo de chavales que encontramos con una campaña muy fuerte y muy específica de castings que no fue abierta, si no que buscamos a gente muy particular yendo a buscarles a sitios puntuales. Hicimos presentaciones y convocatorias principalmente en centros educativos, colegios, bachilleres y academias de arte dramático", comenta Bilbao, director de producción de A Escondidas.
Bilbao define la película como "un proyecto muy personal de Mikel" y ambos tienen dificultades en asignarle un género a la película, si bien coinciden en hablar de drama juvenil (comparable a los filmes de Larry Clark), aunque se niegan a encasillarse demasiado.
Esperan terminar el rodaje para septiembre, algo necesario ya que al ser una de las últimas películas en usar metraje de 16 mm o súper 16, tiene que ser revelada antes de que cierre el último negocio capaz de hacerlo en todo el Estado. Su estreno está previsto para 2014, pero aspiran a presentarla a festivales de cine independiente como el próximo certamen de Berlín.