madrid. La capacidad de detener de manera indefinida a personas sin un juicio o que la cárcel de Guantánamo siga abierta son ejemplos de que "Estados Unidos tiene aspectos dictatoriales", según Naomi Wolf.

Aunque la escritora se resiste a considerar dictador a Barack Obama porque "sería demasiado simplista", asegura que sus políticas "han creado realidades peores que la administración de Bush", durante la que ella escribió The End of America. En ese libro, analizaba en diez pasos cómo una democracia se podía convertir en un estado totalitario. "Las democracias se pueden ir cerrando sobre sí mismas, lentamente, y es difícil parar cuando han comenzado", afirmó Wolf durante su participación en el Festival Literario de Madeira. La autora pone como ejemplo de ese proceso la ley norteamericana de defensa nacional de 2012 con la que se podría mantener en arresto indefinido a personas sospechosas de colaborar en actos contra el país. Wolf, que junto a otros intelectuales apoyó la demanda contra esa ley interpuesta por el periodista del New York Times Christopher Hedges, cree que "aunque Obama quiera actuar y cerrar Guantánamo, ya no tiene el poder para hacerlo". "Los millones de dólares son los que están realmente a cargo del proceso legislativo", sentencia, en referencia a los intereses de la industria de defensa y el presupuesto para construir un nuevo edificio en la cárcel de Guantánamo.