madrid. Madeleine Peyroux vuelve a sumergirse en el pasado más notorio de la música para rescatar con su peculiar voz un disco histórico, Modern Sounds In Country And Western Music (1962), en el que Ray Charles decidió entonar "canciones de blancos" en plena era de la segregación y la lucha por los derechos civiles. En The blue room (Universal Music) el blues se combina con jazz, country y pop para revisar un disco que, pese al título escogido para homenajearlo, fue "muy rojo" por su audacia, dice la cantante, que destaca de él temas como Bye bye love, Born to lose, You don't know me y la legendaria I can't stop loving you. Canciones que "te conmueven el alma y que vienen como de otro mundo", señala. "Para mí es como si (Ray Charles) hubiese creado otro lenguaje", afirma sobre aquel álbum en el que el mítico intérprete negro superó las convenciones de la época. El hecho de incluir el color azul en el título de su revisión de Modern Sounds In Country And Western Music se debe, explica, a que se trata de una tonalidad "primaria", la del cielo, y que en inglés esa expresión, "la habitación azul", puede aludir a un cuarto cerrado o justo a lo contrario, a la necesidad de espacio.
En The blue room, la voz de Peyroux se yuxtapone a los sonidos de la cuerda de Vince Mendoza, y versiona otros temas legendarios ajenos a Charles como Guilty de Randy Newman; Desperadoes Under The Eaves de Warren Zevon; Gentle On My Mind, de John Hartford, y Bird On The Wire, de Leonard Cohen.