Fuerteventura. Veinte años después de recibir la prestigiosa Lámpara Minera, el cantaor Miguel Poveda asegura que el flamenco tampoco es ajeno a unos recortes ante los que cree que los ciudadanos deben reaccionar: "El pueblo debe salir a la calle ante injusticias como las que estamos viviendo".

"No podemos permitir la mutilación de la cultura y la sanidad, o los desahucios", defiende Poveda. El cantaor se encuentra en plena gira de presentación de ArteSano, su último trabajo, que le ha permitido cumplir uno de sus sueños: trabajar con Paco de Lucía, además de con Manolo Sanlúcar, Isidro Muñoz o Rancapino.

Estos días Poveda celebra la salida al mercado del disco Los flamencos cantan a Miguel Hernández, donde pone voz al poema Para la libertad, unos versos que le sirven de excusa para reivindicar la poesía del poeta de Orihuela. "Hay que escuchar a Hernández y a toda la gente que ha hecho un bien a la cultura y a la vida porque al final es lo que va a perdurar", enfatiza. Su pasión por Miguel Hernández la comparte con la de los poetas catalanes o los hombres de la Generación del 27 y, entre ellos, Rafael Alberti cuyos poemas del exilio llevó al flamenco en 2004 y ahora le recuerdan a la España de 2013 con gente queriendo también salir del país.

Poveda se muestra crítico con las medidas adoptadas por el Gobierno central en materias como la sanidad y la educación, a la vez que mira con recelo la prometida Ley del Mecenazgo. De momento, intenta combatir los recortes en cultura y la subida del IVA al 21% en la música con la autogestión. "Tengo mi propia oficina y no espero a que me llamen; al contrario, somos nosotros los que alquilamos locales, teatros y arriesgamos y, de momento, no me quejo", explica. Y es en la autogestión por donde Poveda cree que pasa el futuro de la música en este país: "No va a quedar más remedio que sea el artista quien se busque las castañas por su lado y poder así dar salida a sus inquietudes", concluye.