LOS ÁNGELES. De Niro, de 69 años, hizo un breve discurso de agradecimiento con algunos de sus característicos chistes. "Joe Pesci siempre me decía que terminaría con los pies en el cemento. No creo que estuviera pensando en esto", dijo De Niro, refiriéndose a las muchas películas de gangster que ha grabado durante sus 40 años de carrera.
"Dicen que todo el mundo en la industria cinematográfica tiene tres casas -la casa donde viven, la casa donde vive su primera mujer y Hollywood. Me encanta Nueva York y estoy orgulloso de ser ciudadano de Hollywood. Gracias por este honor y gracias por hacerme sentir como en casa", dijo.
De Niro, que fundó el Festival de Cine Tribeca en 2002 en un intento de revitalizar Manhattan tras los ataques del 11 de septiembre de 2001, está en la carrera por hacerse con el que sería su tercer Oscar este mes por su papel en la comedia El lado bueno de las cosas con la que está nominado al premio al mejor actor de reparto.
Billy Crystal, quien interpretó al psiquiatra de un inseguro jefe de la mafia encarnado por De Niro en la película de 1999 Una terapia peligrosa, actuó de maestro de ceremonias. En su discurso, su compañero alabó a De Niro por su versatilidad que le dan capacidad para construir comedias como Los padres de ella y dramas como Uno de los nuestros y Taxi Driver.
"Incluso en sus actuaciones más oscuras, incluso en Toro salvaje... me hizo reír, y lo hizo con creces en Una terapia peligrosa... No estoy acostumbrado a juzgar directamente a nadie, pero fue emocionante dar la réplica a ese genio", dijo Crystal.
De Niro ganó dos Oscar por su papel principal en Toro salvaje y su papel secundario en El padrino II.
Sus huellas de manos y pies en el patio del Teatro Chino están cerca de las de Marilyn Monroe, Elizabeth Taylor, Brad Pitt y George Clooney.