Ese coro, formado por 26 niños de la escuela primaria Sandy Hook, fue el encargado de abrir la ceremonia previa al partido con la canción "America The Beautiful", al lado de la actriz y cantante Jennifer Hudson.

Los estudiantes llevaban lazos verdes en homenaje a los 20 niños y 6 adultos asesinados en Sandy Hook el pasado 14 de diciembre, y durante su actuación muchos de los jugadores y espectadores apenas pudieron contener las lágrimas.

Después le tocó el turno a Alicia Keys, quien al piano y con un sexy vestido rojo de tirantes interpretó el himno nacional estadounidense en el SuperDome de Nueva Orleans, donde los Ravens de Baltimore se impusieron a los 49ers de San Francisco por 34-31.

La actuación musical del descanso, la más esperada siempre, correspondió este año a Beyoncé y llegó precedida de la polémica después de que la estrella admitiera que cantó el himno nacional en "playback" (falso directo), sobre una canción pregrabada, durante la ceremonia de la segunda investidura presidencial de Barack Obama.

La artista cantó como si tuviera algo que demostrar, con mucha fuerza y sin dejar de bailar sobre un escenario con fuegos artificiales y luces con la forma de su rostro y su larga melena.

Llevaba un conjunto de cuero negro de Rubin Singer, con guantes a juego y botines de tacón, y acompañada de más de 100 bailarines repasó algunos de sus éxitos como "Love on Top", "Crazy in Love", "Baby Boi" y "Till the End of Time".

Se unieron a ella después Kelly Rowland y Michelle Williams, sus compañeras en el ya disuelto grupo Destiny's Child y vestidas también de negro. Las tres cantaron y bailaron sincronizadas "Independent Woman" y "Single Ladies (Put A Ring On It)".

Para Michelle Obama, primera dama y admiradora reconocida de la cantante, Beyoncé fue la gran triunfadora de la noche y así quedó reflejado en su Twitter: "Estuvo fenomenal. Estoy muy orgullosa de ella".

Cuando el SuperDome estaba preparado para los dos últimos cuartos del partido se produjo un inesperado apagón que fundió a negro las televisiones de millones de hogares en todo el país y dejó en blanco a los presentadores de la cadena CBS, la encargada de la retransmisión.

El apagón duró 34 minutos en los que Twitter se convirtió en un hervidero de comentarios y el hasta #superbowlblackout dio la vuelta al mundo.

Tanto la NFL como la cadena CBS pidieron disculpas por el apagón y se comprometieron a investigar por qué ocurrió.

Con cada bloque de treinta segundos de publicidad vendido a un precio de entre 3,7 y 3,8 millones de dólares, los dos anuncios de Chrysler estuvieron entre los mejores, según un sondeo realizado por The Wall Street Journal a ejecutivos publicitarios y espectadores.

También fueron muy comentados en Twitter los de Taco Bell y Doritos, en una noche en la que rostros conocidos como los actores de comedia Amy Poehler ("Parks and Recreation"), Tracy Morgan ("30 Rock") y Kaley Cuoco ("The Big Bang Theory"), y la modelo Bar Refaeli se colaron en algunos de los anuncios.

El presidente de EEUU, Barack Obama, colocó una foto en su Twitter antes del partido en la que aparecía con un balón de fútbol americano en las manos.

Él y la primera dama organizaron una fiesta con amigos y familiares en la Casa Blanca para ver en directo el Super Bowl.

En honor de los equipos que disputaron la final, en la fiesta se sirvieron comidas típicas y cervezas de las dos ciudades enfrentadas, Baltimore y San Francisco.