Madrid. Poner el impresionismo en perspectiva y mostrar la evolución a lo largo del siglo XIX de la pintura al aire libre es el objetivo de la exposición que el Museo Thyssen dedicará a partir del 5 de febrero al Impresionismo y aire libre. De Corot a Van Gogh. Así lo señala el director artístico del museo, Guillermo Solana, para quien se trata de una exposición novedosa, ya que no se ha estudiado en una monográfica "el tema del aire libre", siendo este "el corazón del impresionismo".

Cuando en 1874 se inauguró la Primera Exposición Impresionista, la pintura al aire libre tenía ya casi un siglo de vida, hecho que se podrá apreciar en la muestra a través "de las muchas visiones precursoras que se anticiparon al impresionismo".

Para ello, se han seleccionado ciento dieciséis obras de paisajistas de finales del siglo XVIII hasta expresionistas del XX.

Observar las enormes diferencias o similitudes que puede haber en la captación del mismo fenómeno de la naturaleza, así como la interrelación que existe entre pintores que a priori poco tienen que ver, es uno de los objetivos de la exposición.