Vitoria. Tras llenar teatros cantando al poeta Luis Alberto de Cuenca, el Loco saca ahora a pasear su camiseta macarra de tirantes a ritmo de rock. "En tiempos de crisis hace falta rock y sacar a la bestia", dice.
Ha colgado el traje y sacado de nuevo la 'chupa' ¿no?
Más que la chupa es el abrigo de marinero de mi abuelo, el mismo que sale en el vídeo de Barcelona Ciudad de principios de los 80. Allí ya bajaba de un barco y ahora salgo en la portada en el puerto. Todo vuelve al principio.
Estamos ante otro cambio de personaje, entonces.
No es el mismo que el de los teatros y la poesía. Me gusta alternar esas giras si estoy saturado de rock, y luego vuelvo con más fuerza. Son espectáculos diferentes.
¿El rockero es el personaje más 'Loquillo' de todos los suyos?
No olvidemos que este es un disco, como el anterior (con poemas de Luis Alberto de Cuenca), en el que canto canciones de otro. Ahora, de Sabino. En ambos casos he trabajado igual, eligiendo las canciones, trabajando los textos, llevándolos a mi terreno con Jaime Stinus (guitarra y productor) y la banda. Mi labor ha sido de gestor de talentos, de reunir a gente distinta y que trabajen juntos. Por eso son dos discos diferentes al resto, uno centrado en la poesía y el otro, el de ahora, en el rock´n´roll.
Canta 'bailo el rock'.
Los tiempos se suceden pero sigo ahí. Todas las letras tienen un abanico de 25 años, algunas estaban escondidas, otras no se grabaron nunca, algunas las interpretó Sabino y otras son nuevas. Si trabajaba con Sabino había que abandonar cualquier atisbo de nostalgia y el disco debía ser de este tiempo.
¿No se puede advertir cierta nostalgia en la canción 'Luna de Montjuïc'? El personaje es más sabio y adulto pero el paisaje es muy reconocible.
Yo creo que con oírla basta para diferenciarlas aunque es cierto que el compositor es el mismo. Quizá lo dices por la ubicación. Hablamos de Barcelona y entre Sabino y yo hablamos de ella en 17 canciones. Es una referencia muy bestia sobre la ciudad. En este tema, tan crepuscular, se habla del Parque de Atracciones al que iba la clase media. Al Tibidabo, el de Cadillac solitario, iban los ricos.
Hacía tiempo que sus seguidores más rockeros esperaban un disco como este ¿verdad?
Vale ya de pop indie; está bien pero también son necesarias las bandas de rock, especialmente en tiempos de crisis. ¡Saquemos a pasear a la bestia! El rock es el único género denostado en los últimos 15 años y se ha mantenido gracias a pequeñas emisoras y fans irreductibles. Nunca ha gozado de buena salud, no se ha programado más que indie y encima están las radiofórmulas, que son el último vestigio de la España del pelotazo. Lo digo por su falta de nivel frente al pasado, cuando sonaban en ellas Los Planetas y Gabinete Caligari.
Y usted viene al rescate.
Junto a Sabino. Y no olvidemos que este es un disco coral, con una gran banda y un gran productor. Se buscó un sonido y una producción acorde con los tiempos. Es un disco a cuatro bandas, ya que agrupa a un compositor, una estrella gestora y aglutinadora, un productor y una banda.
El resultado es un disco actual pero también con aires clásicos.
Exacto, está a medio camino del clasicismo de Sabino y mi visión, que es más contemporánea.
Sabino y usted parecen Liz Taylor y Richard Burton, con tantas idas, vueltas y reconciliaciones.
¡Qué bueno! Volvimos a relacionarnos en 2004, pero luego está la leyenda. Estaba claro que para volver a trabajar juntos tenía que pasar algún tiempo y, además, había que evitar caer en la vulgaridad de la nostalgia.
Loquillo graba 'La nave de los locos'. Parece cerrarse el círculo.
El título surgió en el estudio y tiene referencias a un cuadro de El Bosco y a las fotografías sobre barcos de Manel Esclusa. Él se ocupa de las fotos. Emula también a mi CD Mientras respiremos, que tenía sabor marino. Como decía Clint Eastwood, uno hace la misma peli siempre, hasta que la acaba. En el contenido, trata de quienes no formamos parte. Antes, a los locos, se les metía en una nave y se los abandonaba.
Parte ¿de qué?
De esa mierda de alrededor. Somos gente de otra pasta, buscamos el ideal de la libertad individual y quizás necesitemos un barco así.
El disco habla de personas, calle y clase media. De sus problemas.
Exactamente. No se podía buscar una fecha mejor.
'Contento' es una declaración de principios eufórica frente a la crisis.
El vídeo es buenísimo, pero tratamos de no caer en el perroflautismo, el panfletismo o el Itziarbollainismo. El tema presenta la realidad del paro y la desesperación en las grandes ciudades, pero ofreciendo ganas de vivir y de sobreponerse.
También se trata de un CD con grandes coros, palmas y melodías inmediatas.
Me peleo con Sabino porque él es más Stones y yo más The Who. En una época ganó él y ahora yo (risas).
También hay espacio para el hedonismo y las chicas calientes.
Sabino siempre saca una de estas (risas). Él había hecho su propia versión de Paseo solo, muy stoniana, a mediados de los años 90. Ahora podrán elegir. Este tema y Mi bella ayudante en mallas son muy relajados, muy necesarios para la segunda parte del disco, tan contemporánea.
Alude también a una flecha en el aire. ¿Dónde se clavará?
Si lo dices por la situación política, Mas y Rajoy se acabarán comiendo los morros. Ya lo hicieron Aznar y Pujol en su día. Lo que nos importa son los 650.000 parados de Catalunya y los 5 millones de España.
¿Cree que a Mas y Rajoy no les importan?
Ellos tienen su negocio, amigo. Y nosotros, el nuestro. Verlo de otra manera sería ingenuo.
Otro estribillo de la canción dice: "Vamos todos juntos a bailar, a estremecer la nación". ¿Nación o naciones?
He nacido en Barcelona, tengo pasaporte de ciudadano del mundo, mi familia es de origen libertario, como es sabido, mis abuelos no estaban casados… Las banderas y patrias no han estado nunca presentes en mi casa.
¿Está a favor de una consulta?
Si es legal, que vote quien quiera, pero estamos en el siglo XXI: no hay fronteras, países ni banderas. Caminamos hacia unos Estados Unidos de Europa, aunque haya que cuidar de las culturas y lenguas. Ahora lo más importante es el desmantelamiento del Estado del Bienestar, de la educación y la sanidad pública. Eso es lo que a mí me importa. Por cierto, quien quiera ser independiente que lo sea; yo llevo toda la vida siéndolo (risas).
Habrá gira pronto, imagino.
A finales de enero, con conciertos en Londres, Roma y París. Sale más barato ir allí desde Donostia que a Barcelona. Tengo muchas ganas pero está ahí el asesinato por decreto de la cultura española del IVA después de que las operadoras hincharan la burbuja de la piratería. Han hundido el negocio y ahora quieren comprarlo y explotarlo. Mis entradas no costarán más de 35 euros, a pesar del 21% del IVA. Y hay margen para el negocio llevando a seis músicos. Quien lo niegue, miente.