MADRID. Ahora el padre de Lindsay ha organizado todo un dispositivo para "rescatar" a su hija del mundo de las drogas. Sin duda todo un show que no tiene desperdicio.
La peculiar escena se produjo el pasado viernes, cuando Michael Lohan se trasladó a la mansión que su hija posee en Beverly Hills acompañado de un grupo de amigos con el único objetivo de llevarse a su hija para internarla en un centro de rehabilitación en donde le ayudaran a salir del tenebroso mundo de las drogas y los excesos.
Según señala el portal TMZ, Michael acudió al lugar en son de paz pero sus nervios se desataron cuando un hombre -el supuesto novio de Lohan- salió de la casa de Lindsay para decirle que se marchase. Michael no podía comprender qué estaba ocurriendo y a continuación comenzó a protagonizar un escándalo público de tales dimensiones que solo pudo ser acallado con la llegada de la policía. Vamos, todo un espectáculo más propio de los estudios de Hollywood que de un barrio residencial.
Pero aún así, Michael Lohan defiende su postura y sus buenas intenciones y se ha empeñado en asegurar a los medios que solo busca lo mejor para su hija. "Lindsay necesita ayuda. Está rodeada de las personas equivocada", explicaba Michael a las cámaras de TMZ. "Sus amigos son un grupo de alcohólicos y drogadictos y eso le está afectando. Cada vez se pone peor y yo no estoy dispuesto a tolerarlo más. No quiero ver como mi hija se muere".
Estas declaraciones han sorprendido a más de uno, especialmente a su hija que siempre se ha quejado del desinterés que ha mostrado su padre por ella y que rápidamente se ha apresurado a negar que necesite cualquier tipo de rehabilitación.
Por su parte, Dina Lohan, madre de Lilo y ex de Michael tampoco se iba a quedar sin su espacio en este culebrón y ha sido la tercera en entrar en discordia al acusar a su ex marido de utilizar a su hija para seguir saliendo en las revistas.
Así que como pueden ver, en esta historia hay espacio para todos ¿Quién será el siguiente en entrar en escena? El tiempo lo dirá...