Madrid. Kristen Stewart se comporta como si fuera la primera vez, pero sus razones no son ni mucho menos graciosas. Desde que salió a la luz su affaire con Rupert Sanders, montándose una verdadera revolución, la actriz se ha mantenido en la clandestinidad, pero hoy tiene que asistir obligatoriamente al Festival de Toronto. Lleva más de un mes escondida tras confesar públicamente que había engañado a su inseparable novio Robert Pattinson y, desde entonces, ha permanecido en la oscuridad y ha mantenido su vida en la más absoluta intimidad.
Aún así, no ha podido evitar que salgan a la luz detalles sobre su tormentosa soledad: que si se alimenta con bebidas isotónicas y tabaco, que si tiene insomnio, que no tiene donde alojarse y se refugia en casas de amigos, entre otras muchas cosas. Además, la pesadilla que últimamente está viviendo la joven actriz de Crepúsculo se acrecienta por las insistentes llamadas a su ex novio, puesto que por lo visto se pasa día y noche intentando convencer a Robert Pattinson para que vuelva con ella. Vaya tela. Ahora, después de haber sido apuntada como la gran infiel, tendrá que dar la cara hoy mismo, cuando acuda a la première de su último proyecto (On The Road), en el Festival de Cine de Toronto. Según informan fuentes cercanas a la actriz, la organización ha prohibido a los medios de comunicación que hagan preguntas personales a Kristen Stewart, pero ella está preocupada porque su presencia empañe el evento.
"Kristen no ha sido capaz de pegar ojo en estos días", cuentan sus allegados, "le preocupa el estreno de la película". Precisamente este motivo fue el que la llevó a cancelar la que habría sido su primera aparición, la première de On The Road en Londres. Y después de cancelar todas sus apariciones, esta cita es ineludible y seremos testigos de su primer posado en la alfombra roja tras todo este triángulo amoroso con Rupert Sanders y Robert Pattinson. Casi nada. La chica parece arrepentida del affaire, pero su ex parece que no tiene ninguna intención de perdonarla.
ni en pintura Por otro lado parece que la ya poco probable futura familia política de la actriz estadounidense tampoco la soporta. Es decir, las hermanas de Robert Pattinson no pueden ver a Kristen Stewart ni en pintura. Tanto es así que no quieren que el protagonista de Crepúsculo perdone a su compañera de reparto y se suman a la voluntad del propio actor.
Hubo un momento en el que pudo parecer que el vampiro más sexy de todos los tiempos estaba dispuesto a pasar por alto la infidelidad de Stewart, pero al parecer ahora ha cambiado radicalmente de opinión debido a la oposición de Lizzy y Victoria Pattinson, sus dos hermanas. "Ellas le matarían si volviese con Kristen. Lizzy y Victoria se sienten muy mal por Robert, que tiene el corazón hecho pedazos, sobre todo por la forma en la que todo salió a la luz. Ellas creen que si Kristen ya le ha engañado una vez podría volver a hacerlo", añaden desde los círculos íntimos del atractivo actor. El culebrón promete alargarse en otoño.