SANTANDER. "La gente quiere también sentimientos, no solo figuras y pasos bonitos, sino algo más", ha opinado hoy, en rueda de prensa el bailarín, quien cree que se está volviendo a un tipo de ballet, como el de Petit, en el que importa el sentimiento.

Igor Yebra encabeza el reparto de solistas y primeros bailarines de las óperas de Burdeos, París y Viena y del English National Ballet que esta noche rendirán tributo en el Festival Internacional de Santander (FIS) a Roland Petit, cuando se conmemora el primer aniversario de su fallecimiento.

Entre ellos está también Lienz Chang, primer bailarín de la compañía de Roland Petit, quien ha explicado que el programa está "lleno de ballets especiales" en la vida de su creador e incluye piezas distintas de las que presentaron en la inauguración del Festival Internacional de Música y Danza de Granada.

Yebra ha subrayado que este homenaje no es "una gala de ballet al uso, llena de fuegos artificiales" sino un espectáculo lírico en el que la técnica "está ahí", pero al servicio del sentimiento.

Y ha confesado que ese es el tipo de ballet en el que siempre le ha gustado trabajar y en el que quiere continuar hasta el momento en que se retire del mundo de la danza.

El tributo a Petit incluye algunas de sus obras más emblemáticas, como "La Rose Maleda" (1973), el paso a dos que creó para la mítica Maya Plisetkaya a partir de un poema de William Blake y que interpretará Yebra junto a su mujer y compañera en la Ópera de Burdeos, Oksana Kucheruk.

Junto a ella bailará otros dos pasos a dos, de "El lago de los cisnes y sus maleficios", y "La Prisonnière", del ballet "Proust o las intermitencias del corazón". Y ha reconocido que en escena se crea "una química especial".

"Los ballets de Roland Petit" invita a redescubrir otras piezas que tuvieron un significado especial para su autor, como "Carmen", de 1949, una coreografía creada para ser bailada por el propio Petit y su mujer y musa, Zizi Jeanmarie.

Para Yebra, enfrentarse a tres pasos a dos en un mismo espectáculo ha sido un trabajo "duro", especialmente porque, aunque la técnica parece fácil ante los ojos del espectador, no lo es cuando se está sobre el escenario.

Pero está dispuesto a seguir adentrándose en el legado del coreógrafo. Por el momento, sus planes incluyen viajar a Uruguay para bailar "The merry widow", un ballet basado en la opereta del mismo título.

Lo hará bajo la dirección de Julio Bocca, que ha sabido ver su "vis cómica" y con quien confía en montar también más adelante alguna pieza de Petit, en cuyo trabajo está muy interesado el coreógrafo argentino.

Ygor Yebra tiene muchos proyectos en mente y cree además que en el Estado hay "hambre de danza y de cultura", pero entiende que con la crisis "se está recortando de todos lados y por lo que primero se empieza es por la cultura", lo que se une a que la subida del IVA hará "probablemente" que se encarezcan los precios de las entradas.

No obstante, ha opinado que la danza y el ballet han estado en crisis "toda la vida" y ha lanzado un mensaje de optimismo: "Vamos a salir adelante y el ballet va a seguir existiendo. Basta ya de quejarse, hay que ser creativos y hacer un esfuerzo", ha pedido.