MEDIO siglo después de su fallecimiento, Marilyn Monroe continúa siendo uno de los iconos cinematográficos más importantes. Las causas de su muerte continúan siendo un enigma todavía por resolver. Las dificultades profesionales y su agitada vida sentimental parecieron estar en el origen de su fallecimiento. En cualquier caso, la jovialidad y el vivir desenfrenado y despreocupado que muchas veces había representado en el cine y fuera de él se corresponden poco con el verdadero perfil de su vida, marcada por las contradicciones y los complejos de una niñez y una juventud desgraciadas, seguidas después de un éxito arrollador al que no supo hacer frente, ni siquiera cuando creyó encontrar, junto a personalidades como Arthur Miller, la estabilidad y la seguridad que persiguió durante toda su vida.
Un fotógrafo de moda fue quién descubrió a la actriz y la convenció para que se hiciese modelo. Poco antes, la futura diva había abandonado el orfanato en el que vivía y se había casado con James Dougherty, un mecánico que trabajaba con ella en una planta de construcción de aviones y del que se divorciaría cuatro años más tarde. Así, comenzó su carrera como modelo bajo la tutela de la agente Emmeline Snively, que le sugirió cambiar el color de su cabello, que era castaño de nacimiento, por el característico rubio platino. Durante esta época, Marilyn realizó un sinfín de campañas publicitarias, siendo muy recordadas las que hizo para anunciar trajes de baño.
Su rostro comenzaba a ser muy conocido y entró en el mundo del cine como actriz de reparto siendo contratada por la 20th Century Fox. Años más tarde, y tras trabajar en varias películas, llegó el filme que marcaría el inicio de la actriz como mito e icono sexual, Los caballeros las prefieren rubias.
Sus amoríos
Una vida intensa delante y detrás de las cámaras
La vida amorosa de la estrella fue casi tan ajetreada como su carrera cinematográfica. Marilyn tenía 28 años cuando se casó con el famoso jugador de baseball Joe DiMaggio. Era el tercer matrimonio de la mujer, pues a Jim Dougherty le había sucedido el guionista Robert Slatzer, con quien estuvo casada tan solo un fin de semana. Tras separarse de Di Maggio, la actriz fijó su atención en el escritor Arthur Miller. En los comienzos de su noviazgo con Miller, Marilyn filmó El príncipe y la corista. Cuatro años después de contraer matrimonio, la pareja se divorció a causa de varias infidelidades de la actriz, como su aventura amorosa con el actor Yves Montand, con quien compartió cartel en la película El multimillonario.
En 1954, la diva conoció a John F. Kennedy e inició una relación con él que siempre estuvo envuelta por un halo de misterio. Se dice que habían empezado a verse cuando la actriz se había divorciado de Di Maggio y había comenzado su relación con Miller. Cuando vio que Kennedy no tenía intención alguna de divorciarse de su mujer, Monroe comenzó a tener relaciones con Robert Kennedy, su hermano menor. En 1962, la actriz fue hallada muerta en su casa.
Marilyn Monroe falleció en Los Ángeles tal día como hoy de 1962. Cuando la encontraron estaba tumbada en su cama y había sufrido un paro cardíaco por sobredosis de medicamentos, pero, más allá de la causa clínica de su muerte, los expertos aún debaten hoy sobre los porqués de su trágico final.
Los forenses apostaron oficialmente por la tesis de un "probable suicidio", pero, dada la notoriedad de la actriz de 36 años y sus vínculos con el poder, su desaparición se convirtió en un terreno abonado para el florecimiento de teorías conspirativas que alimentaron el enigma.
"Creo que esta es una de las cosas que ayudan a mantener la leyenda de Marilyn viva, no saber cómo murió, por qué murió, y es algo muy intrigante", comentó Scott Fortner, un reconocido experto en la figura de Marilyn Monroe. "Se dice que fue una sobredosis, un suicidio, un asesinato... una de las teorías más populares es que la familia Kennedy tuvo algo que ver. He oído hasta que los extraterrestres la mataron, es un poco ridículo algunas veces. Desafortunadamente pienso que nunca sabremos lo que pasó", dijo Fortner.
Para este estudioso de la historia de Monroe, poseedor además de una de las mayores colecciones del mundo de objetos que pertenecieron a la diva de Hollywood, la tesis más creíble es que Marilyn tomó demasiados barbitúricos sin darse cuenta. "Creo que fue una sobredosis accidental. No creo que fuera un suicidio o un asesinato. Ella acababa de renegociar su contrato con el estudio Fox, estaba preparada para volver al trabajo en la película Something's Got to Give. No creo que ella fuera una persona suicida", manifestó Fortner.