Vitoria. La primera forma de promocionar el medio que escogió la Fiesta de la Música fue impulsar a que los músicos aficionados, voluntariamente, salieran a tocar a la calle. La segunda fue la organización de conciertos gratuitos, en los que el público tuviera la oportunidad de presenciar directos de sus artistas preferidos, sin importar estilo ni origen. En Helldorado no importan tampoco estilo ni origen. Pero, eso sí, hay favoritos. Por eso el próximo día 22 -uno después de la cita oficial de la jornada, para hacerlo coincidir en viernes-, la asociación cultural abre sus puertas, hasta completar aforo, para recibir a uno de los grupos de rock del entorno que se encuentra en más plena forma. Cápsula visita sus tablas a partir de las 22.00 horas. Y, sí, con entrada gratuita.

Desde su formación, Cápsula ha llevado adelante la misión de convertirse en una de las mejores bandas en vivo. Sumando elogios tanto en Europa como en América, el trío propone un torbellino de psicodelia noise con oscuro post- punk y rugidos de garage rock, componiendo un directo que le ha llevado a ser comparado con bandas como The Stooges, Sonic Youth, The Birthday Party o Comets on Fire.

Con sede en Bilbao -pero contínuamente en gira-, la banda lanzó en 2009 el disco Rising Mountains con el sello BCore, generando excelentes críticas en Estados Unidos y alcanzando el título de mejor álbum del año en las revistas Ruta 66 y Mondosonoro. La puesta en escena del grupo fue atestiguada en festivales internacionales como SXSW, CMJ, Canadian Music Week, Culture Collide Festival Filter o BBK Live, así como en extensas giras.

Dicen que presenciar un concierto de Cápsula es una experiencia difícil de olvidar. La turbulencia y la excitación de las guitarras estallan sobre ritmos urgentes. Ha recibido elogios de Rolling Stone, Wired, Pitchfork, The Chicago Tribune y Rockdelux, entre otros, y publicó hace ahora poco más de un año In The Land Of Silver Souls.

Este disco se expande en los sonidos explorados anteriormente, empujando aún más la experiencia dentro del territorio psicodélico. El duelo vocal entre Martín Guevara (voz y guitarra) y Coni (voz y bajo) cautiva por igual tanto en la armonización como por separado, recorriendo vertientes del sonido rock de los 60 y 70 en la onda de Stones, T-Rex, Velvet Underground. Los ritmos profundos y oscuros de la batería de Ignacio Villarejo completan la mezcla de esta suerte de viajes espaciales que son sus canciones, ya escuchadas en Helldorado.