El Premio Nobel de Literatura Günter Grass se mostró crítico ayer con la oleada de indignación que ha despertado su poema publicado el miércoles en varios grandes diarios de todo el mundo, en el que se opone abiertamente a un ataque israelí contra Irán. "La actitud es sobre todo no entrar en el contenido del poema, sino emprender una campaña contra mi persona y afirmar que mi reputación ha quedado perjudicada para siempre", declaró el literato en una entrevista con la NDR, la radiotelevisión pública para el norte de Alemania. El escritor, de 84 años, dice haberse dado cuenta de que "en un país democrático, en el que rige la libertad de prensa, impera una cierta obligación a defender una misma línea de opinión y la renuncia a abordar siquiera el contenido, las cuestiones" que plantea su texto. Las voces críticas recurren a "viejos tópicos" y "e seguida, como era de esperar, se alude al concepto del antisemitismo", señaló Grass en relación a las respuestas que ha suscitado su texto. "También el hecho de que con 17 años entré en las SS -repito, con 17- se incluye en esta clase de polémica, pero lo que no se hace es echar una mirada a mis numerosos libros, en los que una y otra vez abordo y critico este tema, el del antisemitismo alemán", subrayó.