Medio año ya en esta nueva etapa. ¿Cómo se siente en el regreso?
Ilusionada y contenta. Me he reencontrado con las mismas ganas de trabajar aún sabiendo que el panorama es otro. Estar ante una buena situación económica como era el caso me dio pie a hacer muchas cosas. Ahora tenemos otro contexto económico y hay que amoldarse.
De concejal a consejera... Se ha dicho que el Ayuntamiento de Vitoria ha dejado de tener Departamento de Cultura. ¿Es sólo cuestión de nombres o hay algo más?
Hay gente que se hace un poco de lío pero es un tema sólo de nombres. Estaba la número diez en la lista, no salí como concejal y, por tanto, no puedo votar en el Pleno. Aún así, el alcalde tuvo a bien contar conmigo y el Departamento sigue estando aquí, es igual en todo.
Cuando termine esta legislatura, ¿qué le gustaría haber aportado esta tercera vez?
Que quedara en la ciudad una base cultural, unos programas consolidados, que la gente estuviera contenta con esa programación y, por supuesto, si cambia el tema económico, que pudiéramos cubrir todo el espectro de necesidades de los creadores y grupos locales. Me encantaría dejar una buena base para los siguientes años. En el tiempo que estuve del 99 a 2007 conseguimos consolidar varias de las aportaciones que hicimos entre todo el equipo, y digo equipo porque sin un concejal de Hacienda como tenía, que era el señor Maroto, no hubiera sido posible poner en pie muchos proyectos.
¿Cuando el alcalde le dijo que había que recortar un 48% del presupuesto de Cultura para 2012, cuál era el criterio básico con el que usted entendió que había que actuar?
Cuando llegamos el año pasado sabíamos que la situación iba a estar difícil pero no creíamos que tanto. A primeros de agosto ya vimos que era necesario ajustar en lo que quedaba de año sin entrar siquiera a pensar en 2012. Cuando empezamos a hacer los borradores para este año, el susto fue grande. Y sí, ha sido una situación traumática pero hay que seguir luchando, es necesario ir hacia adelante, hay que realizar una programación dentro de lo que se puede. En lo fundamental, vamos a hacer un 2012 muy bueno siempre contando con las herramientas que tenemos disponibles ahora. Y somos, hasta cierto punto, un Ayuntamiento privilegiado porque el dinero que tenemos ahora en Cultura nos permite hacer casi un 98% de lo que se hacía antes. La filosofía, esa base cultural que hemos creado, se mantiene.
No quiero ir partida a partida porque me dejaría alguna seguro, pero estoy convencido que hay bastante gente a la que conoce a nivel personal de su etapa anterior que le ha dicho: '¿Cómo me haces esto?'
Sí. Me produce una pena importante. Por este despacho ha pasado gente a la que se la ha dicho: no podemos hacerlo todo al 100% como venía siendo hasta ahora pero no quiero dejar que tu programa, tu proyecto, lo que has hecho y en lo que los dos hemos coincidido para llevarlo a este nivel desaparezca, volvamos a los orígenes, a esos ocho años anteriores en los que comenzamos muchas cosas pequeñitas con ilusión para luego ver que se desarrollaban, crecían y se consolidaban. Eso es por lo que he luchado, para que no desaparezcan del todo esas propuestas por las que hemos luchado durante tantos años, sino que quede ese espíritu que haga que el día de mañana, cuando se de una mejor situación económica, podamos volver a resurgir al 100%
Sin embargo, luego a determinadas asociaciones se les ha aumentado la aportación hasta un 155%. ¿Entiende que se le acuse de realizar agravios comparativos?
Eso siempre existe en el momento en el que le das a uno un poco más y a otro un poco menos. Les he explicado a todos lo que hemos hecho y algunos lo han entendido. Lo que quiero dejar claro es que no se han tomado decisiones por cuestiones personales. Nosotros nos consideramos parte de los proyectos que impulsamos durante esos ocho años y sentimos ilusión al ver, por ejemplo, que en 2011 se cumplieron diez años del Azkena, del Mercado Medieval, de... Me encantaría que KaldeArte cumpliera 30 años o el ciclo de Grandes Conciertos. A todo el mundo que ha pasado por aquí con un buen proyecto se le ha recogido y se le ha apoyado. No es una cosa personal, no es que se haya gestionado mal este u otro programa, no, no... Pero es que no tenemos dinero para todo en este momento. Eso sí, queremos contar con todas las personas a las que ahora les hemos tenido que decir que había que ajustar. Por ejemplo, en verano vamos a tener una modesta pero buena programación estival, algo distinto y novedoso que va a contar con todos los grupos locales que nos han presentado un proyecto de calidad. Siempre primará la calidad. No porque alguien me vaya a hacer mejor precio nos vamos a decidir, la calidad está por encima.
Acaba de mencionar dos casos que siguen un poco en el aire como son KaldeArte y el Mercado Medieval...
Sí, pero ya hay una decisión tomada. Se van a hacer los dos este año. Muchas veces se dice que la cultura es siempre la que paga el pato de esta situación. Pero también es verdad, o es lo que nosotros vemos, que en la cultura, por lo que sea, los cachés han subido mucho. Es una de las cosas de las que siempre nos hemos quejado, que hay que plantear en foros como Eudel o la FEMP. No puede ser que los ayuntamientos aceptemos los precios que nos exigen, tenemos que intentar que entre todos los consistorios hagamos unos precios límite. Además, a los agentes culturales y a los promotores se les ha dicho que deben bajar un poco los precios y la mayoría lo han entendido. Gracias a que en Villa Suso tenemos unos técnicos maravillosos que están sacándole brillo a cada euro, estamos viendo cómo, dentro del ajuste de la programación en la calle, vamos a poder estirar los 110.000 euros de este año y nos va a dar para hacer KaldeArte, el Mercado Medieval y, además, ese pequeño pero digno programa estival que te decía antes. Eso también va a ser posible gracias a esos ajustes de caché. La presión de precios sobre los ayuntamientos ha sido muy importante en estos años. En los conciertos de Fueros durante La Blanca, por ejemplo, los cachés estaban desproporcionados. Se estaban pidiendo cantidades... Ahora se está equilibrando.
Pero hay ciudades como León a las que algunas compañías de teatro se han negado a ir porque su Ayuntamiento no paga. ¿Estamos en ésas?
No, no, para nada. Todo lo contrario. Es más, te voy a poner un ejemplo como el Iradier Arena. Estamos recibiendo cantidad de propuestas y muchas solicitudes de uso. Es un espacio que tiene éxito porque está en el centro de la ciudad, tienes un tranvía que te deja ahí mismo y eso se valora mucho por parte de los promotores.
¿Pero se va a poder preparar para que tenga unas condiciones acústicas mínimas?
Sí. Mendizorroza también era una patata sonora y mira ahora.
Tenemos una nueva infraestructura como es el Buesa con capacidad para 15.000 espectadores. ¿Cree que funcionará para grandes espectáculos y conciertos como se ha dicho?
No. O mejor dicho, no en este momento. El otro día me llamó la atención leer cómo está el BEC, un aforo impresionante y para todo este año sólo tiene una actuación. Ahora también los programadores están puntuando mucho las capacidades y tal y como están las cosas lo ideal es lo que puede ofrecer el Iradier, entre 6.000 y 8.000. Tenemos una lista bastante larga de solicitudes.
¿Pero se concretará algo antes o después del verano?
Para antes de la feria taurina. Pero hasta que no se firme todo...
Centros culturales como Krea que no se abren, otros como Montehermoso que deben seguir con un 80% menos, temporadas de teatro refundidas con menos montajes... ¿No cree que la percepción del ciudadano es que Vitoria está cayendo?
En absoluto...
...Por matizar un poco más, es que hace unos días varias asociaciones de artes en vivo de Euskadi ponían como ejemplo negativo a Gasteiz...
...Ya, ya. En eso creo que también influye quién está al frente de la Alcaldía. Que se diga que de las tres capitales vascas la que peor va en este campo sea Vitoria, es algo que me choca. No, estoy completamente en desacuerdo. Por ejemplo, el otro día viene la Orquesta Nacional de Francia con uno de los mejores directos del mundo dentro de un ciclo de Grandes Conciertos que es una apuesta muy fuerte y no se habla nada de ello, se habla de los ajustes. Eso lo percibe también la gente que es habitual del Principal. Los que van siempre al teatro no se quejan tanto, son los que no van los que se quejan mucho. A los que más se quejan no les veo nunca por allí. Un espectador me comentó hace nada que le daba rabia que coincidiese la Orquesta Nacional de Francia con los Martes Musicales y con una retransmisión que hacían los Guridi de una ópera. Y dices: entonces, la programación cultural está fuerte. No tienes más que mirar la agenda de cualquier medio de comunicación. Sigue estando fuerte. No se ha bajado. No dramaticemos ni banalicemos con cosas que no son verdad porque tenemos una agenda cultural que no permite estar en todos los sitios. No veo que esta ciudad se haya parado, está viva. Esa sensación de que Vitoria está mal o peor o... bueno, a lo mejor son sensaciones particulares de personas a las que este año no se les ha dado toda o parte de la subvención que recibían antes.
Me voy al caso contrario. Hay cada vez más gente que aplaude lo que está pasando porque dice que hay mucho 'chupóptero' de la subvención en el mundo de la cultura.
Sí se oye, sí. Pero para nada. Proyectos culturales hay muchos y requieren apoyo justo cuando, en lo económico, no podemos hacer mucho. En lo logístico, pide lo que quieras, pero en lo otro... Pero no hay aprovechados, sólo gente que tiene ideas y quiere poder llevarlas a cabo y para ello puede necesitar subvención.
Si hay una infraestructura que ha sido puesta como ejemplo para criticar los recortes municipales ha sido Montehermoso. ¿Tiene el Ayuntamiento un proyecto para su centro?
Claro que lo tiene. Nosotros dijimos que íbamos a continuar con la actividad que se había quedado pendiente hasta agosto de 2012. Se ha hecho y muy bien. Y se ha continuado con un programa educativo muy bueno. Es más, en enero y febrero, Montehermoso ha subido de público. Tenemos que hacer una reflexión con el centro. Hay gente que opinaba que estaba cerrado a la ciudadanía después de cuatro años de proyecto especializado en feminismo e igualdad, aún sabiendo que su acción era muy valorada fuera. Nosotros vamos a continuar con la línea de igualdad y lo que implica. Pero lo que vamos a hacer, a partir del proyecto que presentaremos en breve, es que Montehermoso se abra otra vez, que nadie tenga un no cuando acuda, siempre y cuando su idea tenga calidad y coincida con nuestra propuesta de centro cultural.
Este Ayuntamiento no trabaja solo, están la Diputación, el Gobierno Vasco, la Caja Vital... pero claro, en lo económico están todos igual. En lo demás, ¿encuentra colaboración?
Sí, lo que pasa es que cada uno tiene sus competencias y prioridades en su filosofía de programación o de enfocar la cultural. Diputación quiere más que nunca desarrollar su acción en el resto de la provincia. Kutxabank también tiene ahora otros objetivos. Es verdad que antes, con Cultural Álava, igual existían más lazos entre instituciones, hablábamos más pero bueno. El mundo se mueve. Tanto el Ayuntamiento como la Diputación y la Caja Vital deben buscar sus caminos, objetivos, destinos, plasmar sus necesidades y prioridades... y en algunos puntos se trabajará bien de manera conjunta.
¿Lo más inmediato que tiene sobre la mesa es La Blanca?
No, ya estamos hablando de navidades. Bueno, de todo porque nosotros tenemos esto (coge un papel donde se encuentran los presupuestos del servicio para 2012) y lo tenemos que estirar para todo y eso exige tener una mirada global para todo el año.
Esa 'hojita' que tiene entre las manos es una realidad para este 2012 pero ¿esos números son el mínimo o nos tenemos que empezar a preocupar de cara a 2013?
Vamos a decir que deberíamos tener un pelín de preocupación. Vamos a ver si este año aguantamos con esto y creo que lo vamos a hacer bien. El año que viene, ya veremos.
¿Lo mejor en estos casos es ponerse en lo peor?
Sí porque siempre hay una capacidad de mejora. Lo estamos viendo con lo que te comentaba antes, esa bajada de cachés y esos ajustes de los propios artistas, por ejemplo, que nos están permitiendo contar con algo más de dinero del que pensábamos al principio o realizar cosas, como los conciertos de Amaral y La Oreja de Van Gogh en el Principal, que antes eran imposibles y hoy sí se pueden hacer gracias a contratos y fórmulas distintas. Y así, con los técnicos sacando brillo al dinero, podemos ofrecer una programación cultural viva. Lo que hay que hacer es aprovecharla, en vez de criticar tanto.